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› RACING BATIO 3-1 A TALLERES Y SE ACERCO A LA PUNTA
Renovó la ilusión con goles
El equipo de Fillol se puso en ventaja con un tanto afortunado de Mirosevic, aumentó con un cabezazo de López y lo definió a través de González. Descontó De Bruno. Talleres sacó un punto de nueve.
Racing volvió a ilusionarse. Con una actuación que no alcanzó mucho brillo, pero que tuvo al oportunismo y a la efectividad como principales virtudes, el equipo de Ubaldo Fillol derrotó 3-1 a Talleres y se colocó a cuatro puntos de Boca. Para Talleres, la caída dejó una gran preocupación porque en las últimas tres fechas apenas sacó un punto.
En un partido que pintaba muy parejo, con mucha lucha en la mitad de la cancha y casi sin situaciones de peligro, Racing se encontró con una ventaja inesperada. En lo que parecía una salida de contragolpe de Talleres, De Bruno entregó la pelota mal en tres cuartos de campo propio y se la regaló a Mirosevic. El chileno levantó la cabeza, apuntó y sacó un remate que se desvió apenas en un zaguero, pero que no aparentaba llevar demasiado peligro. Sin embargo, a Marcos Gutiérrez se le escapó el balón por debajo del cuerpo y cruzó la línea de gol por apenas unos centímetros.
Más allá de la ventaja, el trámite no cambió demasiado. Todo siguió planteado de la misma manera, con pocas acciones de riesgo frente a los arcos. En Racing no funcionaron sus jugadores de creación, por lo que los delanteros tuvieron muy pocas chances de mostrarse. Del otro lado, lo de Talleres era muy liviano, por lo que tampoco inquietaba a Cuenca.
Sin embargo, todo cambió en el arranque del segundo tiempo. Es que Gastón Fernández realizó una gran maniobra, desbordó por izquierda y metió un centro perfecto para la entrada de Lisandro López, que le ganó a su marcador y colocó un cabezazo junto al palo izquierdo de Gutiérrez. El golpe fue demasiado duro para Talleres, que no encontró respuestas anímicas ni profundidad para inquietar a un rival que se tiró decididamente atrás y que intentó aumentar mediante algún contragolpe. Así acertó Mariano González, que
recibió de Fernández y fusiló a Gutiérrez. Ya con el partido definido,
De Bruno sorprendió adelantado a Cuenca y convirtió un golazo, que sólo sirvió para decorar el marcador.