El barniz del denominado Plan Centenario Independiente no alcanza para cubrir la superficie que se pretende lucir. Relanzado el jueves pasado con más bríos y todos los oropeles –había sido presentado en noviembre de 2003–, no consigue aventar las sospechas de que encubre un gerenciamiento y la delegación del poder en un personaje demasiado ligado a Luis Barrionuevo, el empresario del seguro Luis Comparada. Además, la médula de este proyecto, básicamente un fideicomiso que consiste en emitir bonos de deuda por el 70 por ciento del pasivo, ha sido pergeñada por la Fundación Capital, con la asistencia de la consultora Deloitte & Touche. Esta última es la misma que intervino en otro Plan Centenario, aunque hace diez años: aquel que se transformó en el caso IBM-Banco Nación. Roberto Aníbal Oneto, por entonces el responsable de la compañía, está con procesamiento firme por defraudación al Estado.
Desde la comisión directiva que preside Andrés Ducatenzeiler y cuyo verdadero hombre fuerte es Sergio Pardo, el secretario de Prensa del club y promotor del proyecto, se sostiene que la idea se puso en marcha para continuar como “una sociedad civil sin fines de lucro, pero con el contenido de una institución viva y moderna que vuelva a ser líder en la gestión del fútbol y el deporte argentinos”. Un lugar que Independiente perdió hace tiempo y que le costará recuperar.
Sin embargo, el Plan Centenario genera contundentes rechazos y adhesiones mucho más cautelosas. Entre los primeros pueden citarse el de la agrupación Identidad Roja, de Luis Ricardo Nicora, que lanzó panfletos el día de la presentación. “Estamos cerca de ser Rojiblanco S. A. Queremos elecciones ya...”, rezaba el mensaje. O la carta abierta de tres carillas enviada a Página/12 por un grupo de socios autodenominado “Los fiscales rojos”, que denuncia una parva de ilícitos e irregularidades. Desde el oficialismo crítico de Independiente también se entrega otro enfoque: “Este proyecto es una buena plataforma política. ¿Por qué en lugar de publicitar tanto las cosas no se dedican a hacer?”, se preguntó un directivo que no concurrió al relanzamiento.
En cambio, en el plan oportunamente enviado a los medios, se afirma que el objetivo es “profesionalizar el manejo de los asuntos del club”. Y además se precisa: “Nadie, en ningún momento y bajo ninguna circunstancia, sugirió o tuvo en mente algo que vulnerara la figura del club como sociedad civil ni la soberanía de los socios”. El Centenario Independiente, esbozado en cinco carillas, establece la creación de la figura del director ejecutivo como elemento clave dentro de su organización administrativa. Una función que, así enunciada, en el fútbol argentino no existe. Y que consiste en la ejecución de las políticas delineadas por la comisión directiva y en ser el nexo entre aquélla y los responsables de las áreas estratégicas. Una de estas últimas, el fútbol, será administrada por Comparada, un hombre que tiene el futuro asegurado.
El hijo postizo
En el libro El Macho, del periodista Daniel Olivera, una minuciosa investigación sobre el sindicalista Luis Barrionuevo, se narran hechos que vinculan con creces a Julio Comparada, el único director ejecutivo designado hasta hoy en Independiente, con el dirigente gastronómico.
El autor describe cómo, durante una comida servida en su gremio, Barrionuevo les presentó a sus pares de la CGT, Armando Cavalieri, Carlos West Ocampo y Oscar Lescano, entre otros, al hijo de su amigo y socio, ya fallecido, José Miguel “Cholo” Comparada.
“Acá les quiero presentar a este chico, al que quiero como si fuera mi hijo, porque es el hijo de un gran hombre: el Cholo Comparada. Gracias a él, Carlos Menem pudo llegar a ser presidente, y por eso les pido a todos ustedes que le den una mano. El sigue los pasos de su padre y tiene la mejor compañía de seguros para los gremios. Porque acá parece que para algunos sólo existe el nombre de Raele (por Julio, amigo de Lorenzo Miguel), pero las cosas no son así. No se olviden nunca de un nombre a la hora de hacer un seguro: El Surco.”
El Surco es la compañía que tiene como cliente a la AFA en una póliza para asegurar a los espectadores del fútbol argentino. Según el último balance de la asociación, ese rubro le demandó en 2003 un gasto de 3.700.965,40 pesos. Pero como decía Barrionuevo en aquella presentación ante lo más selecto de la burocracia gremial, El Surco traspasó las fronteras del sindicato gastronómico: taxistas, portuarios, marítimos, panaderos y hasta el personal de las Fuerzas Armadas hicieron convenios con la empresa de su amigo e hijo postizo.
En El Macho, también se detalla que “Julio Comparada, por inexperiencia o temeridad, se colgó solo el sambenito. Dejó sus huellas digitales en cada ‘gerenciamiento’ que emprendió Barrionuevo en el Sindicato Gastronómico desde 1991 en adelante. También lo ayudó en el negocio del fútbol. Hasta le habilitó al gerente de confianza de Grondona para que condujera Chacarita. Su nombre es Carlos Bueno y ahora ejerce esas funciones en Arsenal de Sarandí”.
Comparada deberá lidiar con el fútbol de Independiente, donde, según el arquero Ariel Rocha, “los dirigentes les pedían dinero a los jugadores” para conservar su lugar en el plantel. Esta denuncia del ex número uno del club, conocida a principios de febrero, revolvió un avispero que ya registraba un antecedente de ese tipo y que incluso fue denunciado ante la Justicia. Al defensor Cristian Tavio se lo habría despojado de 57 mil pesos correspondientes al monto de su prima. Ese dinero lo cobró, según la denuncia de Los fiscales rojos difundida por Eduardo Garbarini, socio Nº 11.882, el ex secretario deportivo de la institución Héctor Diz.
Rocha, quien quedó colgado durante dos años –su último partido fue una derrota con Newell’s (3-2), el 20 de febrero de 2002–, agregó que él nunca pagó para jugar: “Nunca vendí mi dignidad”. El arquero ha sido citado para declarar ante la Justicia por aquellas afirmaciones al programa partidario Independiente de América, que se emite por Radio El Mundo. “Estos dirigentes dijeron que venían a trabajar por el club y lo único que hicieron es llevarlo al desastre. Además, no se sabe bien de qué viven...”, completó. Los directivos que Rocha acusó genéricamente son los mismos que acaban de convocar a Comparada para delinear una empresa harto difícil.
Se trata de generar activos que avalen los bonos que se emitirán para pagar la deuda de 31 millones de pesos –según el oficialismo o hasta de 43 millones–, de acuerdo con sectores de la oposición. Hoy, el único futbolista de cierto relieve que le pertenece al club es Leonel Ríos, que para colmo puede quedar libre en junio. Los restantes poseen aún la categoría de promesas, como el juvenil de 15 años Sergio Leonel Agüero, cuyo pase retiene el club, sólo en un porcentaje.
What is Deloitte & Touche?
La consultora que está instalada en el club desde noviembre de 2003 revisando todas sus cuentas percibirá por sus servicios “un 0,7 por ciento de la refinanciación del pasivo que consiga con su tarea”, según indicó un directivo de Independiente. Deloitte & Touche es la calificadora de riesgo que hace diez años tuvo participación durante el affaire IBM-Banco Nación, que le costó al Estado una inversión desproporcionada de 249 millones de pesos y varios millones más fugados en coimas. Roberto Aníbal Oneto, uno de sus responsables a mediados de los ‘90, según el fallo del ex juez Adolfo Bagnasco, quien tuvo en sus manos la primera denuncia, “procuró un lucro indebido para terceras personas” que “obligaron abusivamente a la entidad (por el banco) mediante la contratación de IBM Argentina...”.
Oneto hoy está bajo procesamiento firme de la Cámara Federal y espera por el juicio oral, según una fuente judicial consultada para esta nota.
Deloitte & Touche es también la consultora “prestigiosa” –según la actual comisión directiva de Independiente– que estuvo vinculada a varios bancos que quebraron: el República, de Raúl Moneta; el Feigin y el de Santa Fe Sapem. Hoy tiene en sus manos la supervisión de las cuentas en el club de Avellaneda que, entre otros saldos desalentadores, arrojan deudas con ex futbolistas y directores técnicos por 10 millones de pesos, con la AFA por 9 millones, la AFIP por 7 millones y 5 millones en juicios laborales con sentencia.
Norberto “el Ruso” Verea, un periodista deportivo que nunca ocultó sus simpatías por Independiente –fue también su arquero en las divisiones inferiores–, suele definir con una precisión maradoniana algunas circunstancias que rodean al fútbol para enturbiarlo. Sobre la actualidad del club que cumplirá 100 años el 1º de enero 2005, le dijo a este cronista una frase que bien vale para cerrar la nota: “En el club la situación está muy densa y, por eso, yo propongo hacer una cosa; no permitir que robe más nadie y quedarse sentado arriba del bolso”.