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› UN HINCHA GRAVE EN HURACAN-CHICAGO
Cuatro goles y casi un funeral en Mataderos
Raúl Mendoza, un simpatizante de Chicago de 17 años, fue internado con un balazo en la cabeza que le disparó un policía, tras un enfrentamiento entre las hinchadas de ambos clubes al término del partido, en Mataderos. La gran actuación de Daniel Montenegro, que marcó tres tantos, quedó empañada ante la gravedad de los incidentes.
La valiosa goleada de Huracán, 4-0 sobre Chicago en Mataderos, fue empañada por la violencia. Raúl Mendoza, un hincha de Chicago de 17 años, fue hospitalizado de gravedad con un balazo en la cabeza, presuntamente disparado por un policía, tras un enfrentamiento entre ambas hinchadas en la esquina de Carhué y Montes, a pocas cuadras de la cancha.
Los problemas entre las hinchadas se sucedieron a lo largo de todo el partido. De arranque se registraron incidentes cuando ingresó la hinchada de Huracán arrojando piedras hacia el sector local; la intervención de los bomberos, con fuertes chorros de agua, calmó los ánimos. Luego, en el entretiempo, un grupo de plateístas se agarró a trompadas.
Tras el cuarto gol de Huracán, la mayoría de los hinchas locales comenzó a retirarse del estadio, sin custodia policial, pese a las amenazas declamadas de ir a enfrentarse con la hinchada visitante. La emboscada tuvo lugar en Carhué y Montes, unos 40 minutos después del partido.
Según el comisario Héctor Giacardi, titular de la seccional 42ª, el enfrentamiento dejó como saldo 12 detenidos, dos patrulleros destruidos y dos policías heridos por pedradas.
Pero minutos después de los disturbios, según dijeron testigos, un patrullero de la seccional ingresó al barrio de monoblocks “Los Perales”, en Montes y Cosquín, un policía se bajó del coche y comenzó a disparar. Allí resultó herido Mendoza, de nacionalidad paraguaya, quien se domicilia en el departamento número 27 de ese barrio. La bala que hirió a Mendoza ingresó por la frente y formó un orificio de salida por la nuca. El menor perdió masa encefálica, fue llevado de urgencia al hospital Santoianni y a las 20.30 entró al quirófano.
Un grupo de hinchas de Chicago irrumpió en el vestuario de Huracán, donde Giacardi informaba de los incidentes al periodismo, para denunciar la agresión. En el forcejeo, golpearon al volante de Huracán, Santiago Hirsig, y le dijeron a Giacardi que conocen al policía que presuntamente disparó.
El abogado Adrián Gómez aseguró haber visto cuando “un oficial de policía le disparaba al chico a mansalva”. El testigo relató que “cuando los hinchas volvían caminando hacia esa zona por Montes, un móvil de la comisaría 52ª cortó la calle. Los hinchas empezaron a arrojarle piedras y entonces el oficial que iba como acompañante, sin bajarse, empezó a disparar balas de goma y, posteriormente, el que manejaba también, pero con su pistola reglamentaria, hasta que un impacto atravesó la cabeza de Mendoza”. Gómez y un vecino trasladaron a Mendoza al Santoianni.
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