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› NEWELL’S LE PERDONO LA NOCHE EN LA BOMBONERA Y FUE EMPATE
Boca no perdió dos puntos, sino que ganó uno
Arrancó ganando con un tempranero gol de Barijho, pero no pudo liquidar el partido, los rosarinos se agrandaron y pudieron haberse llevado la victoria de haber tenido más precisión en las varias situaciones de gol que dispusieron. Al equipo de Bianchi le costó jugar bien y sumó su segundo empate consecutivo.
› Por Facundo Martínez
Por los antecedentes, éste era un partido complicado para Boca, ante un rival que ya le había demostrado en el último Apertura, en Rosario, que podía animarse a jugarle de igual a igual y acaso a repetir aquella victoria. Pero no, fue empate, con goles de Antonio Barijho y del colombiano Julián Vásquez. Y si no fue triunfo de los rosarinos, fue por la mala fortuna de sus delanteros, por las situaciones que desperdiciaron cuando pudieron liquidar el trámite.
Todavía no se acomodaban los jugadores en la cancha cuando, en el primer ataque serio del conjunto de Carlos Bianchi, Barijho picó y conectó un lindo pase del Mellizo Guillermo, que terminó definiendo con la cara externa del botín derecho y un remate cruzado que sorprendió al arquero Luciano Palos, sin respuesta.
La ventaja inicial parecía querer anticipar otro resultado favorable para el líder invicto del certamen, pero no fue así. Newell’s fue soltándose lentamente, en la medida en que el colombiano Jairo Patiño y Mauro Rosales, desbordando y enviando centros a pesar de la marca de Clemente Rodríguez, iban ganando confianza. También era bueno el trabajo del equipo de Gallego en la zona de volantes, donde Ariel Zapata y Fernando Belluschi se las ingeniaban para cortar sin faltas la circulación de la pelota cuando la tenía Boca e intentaba imponer su juego.
Con el pasar de los minutos, el partido se fue volcando hacía el área de Wilfredo Caballero; Boca se hacía demasiado previsible y, además, se desordenaba y facilitaba situaciones de contragolpe. Sin embargo, la igualdad llegó tras una clara falta en el área de Raúl Cascini sobre Rosales, que el árbitro Gustavo Bassi sancionó y que Vásquez convirtió con un toque preciso al palo derecho del arquero, que no había adivinado la intención.
Si hasta la igualdad Boca insinuaba ser apenas algo más que los visitantes, luego fueron los rosarinos los que sobresalieron, con varias chances que no supieron definir, como la pelota que Caballero le tapó a Vásquez o la doble chance que tuvieron Guillermo Marino y Luciano Vella, habilitados por un taco de Rosales que no vieron ni Rodríguez ni Crosa.
En el complemento, si bien Boca volvió a controlar la pelota, continuó sin encontrar el camino para llegar al arco de Palos. No aparecían ni Iarley ni Donnet y Schelotto no tenía socios, hasta que Bianchi sacó a Barijho y puso a Tevez para cambiar el ritmo y despertar a sus compañeros, quienes arriesgaban en ataque pero descuidando excesivamente sus espaldas. Si Newell’s no consiguió sacar la diferencia fue por sus propias falencias en los últimos metros, en la zona de definición. Vásquez, que ya se había perdido otra oportunidad solito frente al arco, volvió a quedar en una réplica habilitado y mano a mano ante Caballero para sacar por encima del arquero un remate a colocar que se le fue desviado; después Caballero volvió a taparle una con el pie.
Se lo perdió luego Marino, con un violento zurdazo cruzado que pasó muy cerca del segundo palo de Caballero; Palos descolgaba los centros que llovían de las jugadas de pelota detenida a las que Boca confiaba su suerte y, sobre el final, en la más clara de Boca, se lo perdió Tevez, quien no llegó a conectar una pelota que había peinado Donnet luego de un centro del Mellizo.
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