Mientras el polémico penal que el árbitro paraguayo Carlos Torres obligó a repetir siguió siendo tema de discusión pública, el plantel de River eligió evitar la prolongación de las discusiones respecto de la manera en la que se definió la clasificación del equipo a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Pasado el escollo, el objetivo fijado ahora es el superclásico del domingo, en el que se supo ayer que no podrá jugar Eduardo Coudet, lesionado el miércoles a la noche, pero ni siquiera con la mirada puesta en ese partido River puede ignorar los coletazos del encuentro contra Santos Laguna. Mientras los mexicanos continuaron quejándose por lo que catalogaron como despojo, y analizan inclusive protestar ante la Conmebol, una voz como la de Guillermo Barros Schelotto calentó más la previa del superclásico: “River fue favorecido por el árbitro”, opinó.
“Con Boca va a ser otro partido”, señaló ayer Leonardo Astrada, el entrenador de River, en un intento por diferenciar el rendimiento que espera de su equipo en comparación con el que mostró ante el Santos Laguna. Pero cuando se le pidió una opinión sobre la definición por penales, fue categórico: “De eso no hablo”. Astrada admitió que se retiraba “preocupado” por la labor de su equipo ante los mexicanos, pero se conformó al sostener que “por ahí no la merecimos (la clasificación a los cuartos de final), pero pasamos y eso es lo más importante”.
Coudet fue descartado para el domingo, y tampoco participaron del entrenamiento de ayer Marcelo Gallardo, Marcelo Salas y Horacio Ameli (con una contractura cervical). El equipo para el domingo incluiría a Lux; Tuzzio, Ameli, Nasuti, Fernández; Pereyra, Mascherano, L.González; Montenegro; Salas, Cavenaghi.
Pero si en River prefieren concentrarse en lo que vendrá, en México el sentimiento es otro. Los diarios Esto y Récord calificaron el partido de “robo impune” y “atraco monumental y descarado” y el presidente del club Toluca exigió a la federación de fútbol de su país “protestar airadamente” ante la Confederación Sudamericana. “Fue un robo, eso siempre pasa con River”, comentó Antonio Mohamed, el argentino ex jugador de Boca radicado en México. “A mí me sucedió con el América en 1998”, cuando los árbitros no se presentaron a dirigir y dieron una semana más de descanso al equipo argentino.
El arquero Cristian Lucchetti, protagonista de la jugada polémica en la que el árbitro Torres le cobró un presunto adelantamiento en el penal que le atajó a Daniel Montenegro, insistió con su denuncia: “Nunca me habían robado así, ni siquiera cuando jugaba en Banfield y sufríamos por los árbitros”, aseguró el arquero. “En mi vida nunca me pasó algo así, quiero creer que no hubo nada raro y que el árbitro se equivocó. Pero tuvo un error grande y decisivo, principalmente cometido por el juez de línea. Si la situación hubiese sido en contra de River, creo que el línea todavía estaría encerrado en el vestuario”, cerró Lucchetti.
“No creo que haya sido adrede. Pero lo vieron todos. River se clasificó para los cuartos de final (de la Libertadores) porque fue favorecido”, opinó Barros Schelotto, para calentar más la previa del superclásico.
“River es un club con historia, con muchos aficionados, y es evidente que estos equipos son los que más interesan a la Conmebol, porque si es por juego yo no creo que con este fútbol pueda ir demasiado lejos”, expresó con amargura el delantero del Santos Laguna Jared Borgetti.
En algún punto, Astrada coincide con el mexicano. “Si no mejoramos, correremos riesgos, ya que a medida que pasen las rondas (de la Libertadores) nos encontraremos con rivales más y más fuertes”, aseguró.