Sobre el final, Vélez experimentó una gran reacción y superó como visitante 2-1 a Colón, en un partido que se definió por el oportunismo de los hermanos Zárate. El equipo de Ischia aún conserva alguna posibilidad de clasificar a una competencia internacional. Los dos equipos ofrecieron propuestas de juego abiertas e intentaron asegurar cada pase. Vélez, ordenado en el mediocampo, se aproximó con cierto riesgo cuando funcionó el fútbol aportado por Batalla. Colón, gracias al buen pie de algunos de sus futbolistas, desequilibró en varias oportunidades a la defensa rival. El complemento comenzó con un ligero dominio de Colón que, a los 10 minutos, logró la apertura del marcador, con un cabezazo de Blanco (los jugadores de Vélez reclamaron una mano), tras un centro enviado por Iván Moreno. La visita se lanzó al ataque y encontró la igualdad a los 27: Rolando Zárate sacó un disparo cruzado, que se desvió y que venció los reflejos de Tombolini. El equipo visitante logró dar vuelta el marcador a los 36, cuando, habilitado por su hermano Rolando, Mauro Zárate empujó la pelota a la red. Luego Vélez administró la pelota y así consumó una merecida e importante victoria.