El presidente de Boca, Mauricio Macri, anunció ayer la llegada de “algún refuerzo, si se venden jugadores” para la próxima temporada, pero se encargó de resaltar que “tienen prioridad los jugadores de las divisiones inferiores del club”. El máximo dirigente del club asumió que se producirá un debilitamiento del equipo con la venta de Clemente Rodríguez al fútbol ruso, Luis Perea a Atlético de Madrid, y la probable partida de Nicolás Burdisso a Europa, ya que se lo disputan el Palermo y el Inter. “Boca traerá algún refuerzo si se vende, aunque siempre tendrán prioridad los jugadores de las divisiones inferiores, donde se está realizando un muy buen trabajo”, declaró Macri a Radio 103.1. Respecto de la situación de Javier Villarreal, autor del último gol de la serie de penales donde Boca definió su pase a la final, Macri confirmó que “se irá de Boca porque así lo marca la reglamentación vigente”. El presidente de la entidad reiteró que el volante “jugó dos años por el veinte por ciento, no llegó a un acuerdo por su contrato con Boca y tiene el derecho de quedar en libertad de acción. De todas formas, le estamos muy agradecidos por todo lo que le dio al club”. Al mismo tiempo, Macri no descartó el regreso a la institución para fin de año del delantero Marcelo Delgado, quien actúa en Cruz Azul de México; de Martín Palermo, que está en Deportivo Alavés de España; y de Aníbal Matellán, quien se desempeña en Schalke 04 de Alemania. “Todos tienen las puertas abiertas de la institución”, dijo el directivo.