La argentina Paola Suárez avanza en todos los frentes en Londres y va por más. La tenista derrotó ayer 4-6, 6-0, 6-2 a la italiana Rita Grande y se clasificó para los cuartos de final del abierto de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, donde hoy enfrentará (a partir de las 8, hora de Buenos Aires) a la francesa Amélie Mauresmo, cuarta en el ranking mundial y gran candidata a quedarse con el certamen. La bonaerense continúa además cosechando éxitos en el torneo de dobles junto con la española Virginia Ruano Pascual. La pareja se impuso 6-3, 3-6, 6-3 a las argentinas Patricia Tarabini y Gisela Dulko y pasaron también a los cuartos de final de la especialidad, en el único torneo “grande” que les falta ganar. Al término de la jornada, Suárez afirmó que tiene “mucha confianza en su juego” y aseguró que todavía no alcanzó su máximo potencial en la competencia.
“Este rendimiento es algo que me pone muy feliz, sobre todo por la regularidad que estoy teniendo. Hace dos años llegué a cuartos de final en Roland Garros, y después no pude hacer nada más... pero hoy tengo una regularidad muy linda que me hace entrar a la cancha siendo muy agresiva y confiada. Creo que todavía puedo dar mucho más”, señaló la argentina en conferencia de prensa.
Al respecto, Daniel Pereyra, su entrenador, destacó que “por su constancia y sacrificio” se explica este buen momento de la jugadora. “Paola tiene un gran espíritu. Es muy constante y ha luchado mucho a lo largo de su carrera. Si está donde está es por una cuestión de esfuerzo”, consideró Pereyra. Y también dijo que por “una cuestión de cábala” no está presente junto a la tenista en Inglaterra. “Hace tres temporadas yo no pude ir y le fue bien, así que, cuando llega Wimbledon, viaja con su preparador físico, pero hablamos constantemente por teléfono”, explicó el entrenador.
A pesar del categórico triunfo que obtuvo en singles, Paola Suárez no había tenido un buen arranque en el partido ante Grande. En el primer set, la italiana se aprovechó del alto número de errores de la argentina (16 contra 6 de la italiana). Pero en el segundo apareció la prestancia de la pergaminense para cambiar la historia del partido. De allí en más dominó ampliamente las acciones. Comenzó a ir mucho más seguido a la red, tuvo una eficacia casi del 70 por ciento a la hora de jugar de la mitad de la cancha hacia adelante y cerró el pleito con una precisa volea baja de revés, para convertirse en una de las ocho mejores de esta edición de Wimbledon. Sobre la rival de hoy, Pereyra estimó que a Suárez le conviene “tomar la iniciativa del partido” para poder controlarla.