DEPORTES
Racing se acordó tarde y Gimnasia no se lo perdonó
La Academia arrancó dormida y durante el primer tiempo fue claramente superada por el Lobo, que sacó dos goles de ventaja a través de Frutos y Enría. Lisandro López descontó en el segundo, pero la reacción no alcanzó.
Gracias a un gran primer tiempo en el que aprovechó la pasividad de su rival, Gimnasia le ganó 2-1 a Racing con tantos de Nicolás Frutos y Claudio Enría, de penal. Lisandro López, el goleador del torneo, marcó el descuento para Racing, que se acordó tarde y no le alcanzó. De arranque quedó en claro la diferente actitud con la que ambos asumieron el compromiso. Mientras que Gimnasia se dio cuenta de sus necesidades y salió a apretar a su rival bien arriba, Racing se plantó con una postura muy timorata, sin terminar de decidirse entre atacar o defenderse. La presión de los volantes de Gimnasia, el gran manejo de Lucas Lobos y la movilidad de Claudio Enría fueron los tres argumentos con los que contó el conjunto de Carlos Ischia para adueñarse del desarrollo.
Del lado de Racing, la actuación en ese comienzo resultó desconcertante. Es que salvo Torres, incansable para correr a todos en el medio, el resto de los mediocampistas casi no tuvo presencia. De esa forma, los dos delanteros quedaron aislados y sin posibilidades de tomar contacto con la pelota. Ante semejante panorama, fue lógico que el conjunto platense se colocara en ventaja. Scotti metió un pase picado para la entrada de Enría, que intentó bajar la pelota hacia el medio. Si bien el toque fue malo, el rebote en Pinola le quedó perfecto a Frutos para que el atacante empalmara un derechazo alto inatajable para Lucchetti.
A pesar de la ventaja, la imagen del partido no cambió. Gimnasia siguió insistiendo con sus armas, a la vez que Racing continuaba con una desidia llamativa. Para colmo, un ingenuo penal cometido por Lucchetti sobre Enría sirvió para que los locales sacaran otro tanto de ventaja luego de que el propio delantero anotara con un remate suave a la derecha del arquero. Recién en la segunda parte el equipo de Fillol intentó una reacción, aunque no pareció forzar nunca el desarrollo. Sin embargo, el gol de cabeza de Lisandro López le dio vida. A partir de allí, Racing sí apretó y estuvo cerca de llegar a la igualdad. Claro que se acordó tarde y lo pagó caro.