Los equipos de Turismo Carretera debieron desembolsar cerca de medio millón de pesos para dejar sus autos en condiciones para la gran cita de este fin de semana, en el autódromo de Buenos Aires. Después del gran accidente ocurrido en Rafaela, tres semanas atrás, no menos de 21 pilotos tuvieron que mandar sus coches al chapista y, en un par de casos, construir autos nuevos, que no llegarán a rodar esta tarde, cuando se lleve a cabo la primera tanda de clasificación.
Emanuel Moriatis había llevado la peor parte en el accidente de Rafaela: terminó con su acompañante en el hospital, y dos días después su Ford iba al cementerio de autos. Al equipo para el que corre, el Lincoln Sport Group, construir un auto nuevo le supone una inversión de 120 mil pesos, dado que se pudieron salvar elementos del vehículo siniestrado como equipo de frenos, amortiguadores e instrumental. Como no llegan a terminarlo, Moriatis estará en Buenos Aires con un auto prestado. También Gustavo Tadei tendrá que hacer un coche flamante, por la misma cantidad, según relevó el sitio carburando.com. Construir un TC sin contar con una sola pieza orilla los 200 mil pesos.
José Savino, otro de los involucrados en el accidente, necesita un chasis nuevo para su coche: 35 mil pesos de gasto. Savino no estará en la carrera porteña, ya que no llega a terminarlo.
Christian Avila aprovechó las tres semanas para reformar el Chevrolet del subcampeón Christian Ledesma, el coche que impactó contra el Ford de Moriatis, un choque a 180 km/h que corrió 7 centímetros hacia atrás el motor de la Chevy. “Le hicimos suspensiones nuevas para adecuarlo a los modelos más actuales”, explicó. ¿El costo? 20 mil pesos. Paga José Luis Lingeri, titular de la CGT y dueño del auto.
Al Rush Racing de Necochea no le fue mejor: sus dos autos salieron golpeados de la carrera: reparar el de Alejandro Occhionero costó 15 mil pesos; el de Eduardo Ramos, 4000. Evalúan construir un auto nuevo.
Juan María Traverso salió ileso del accidente pero en el tierrerío alguien le pegó de atrás a su Torino, que llegó a boxes con la cola destruida. El Urtubey Competición debió invertir 12.000 pesos para repararlo. Ya habían gastado 30 mil pesos.
Julio Catalán Magni ganaba la carrera cuando se reventó la goma derecha delantera y su Dodge salió disparado contra el paredón externo. “Yo solté el volante antes del impacto –cuenta el piloto–, pero una vez que golpeamos, volví a tomarlo para mantener el auto contra la pared: si bajaba el peralte, corría el riesgo de que me chocaran y habría sido mucho peor.” Arreglar esos daños le costó al JP Racing, el equipo propietario del coche, unos 15 mil pesos.
La cuenta sigue: Omar Tanoni gastó 15.000 pesos en la reparación de su Chevrolet y Juan Carlos Di Marco otros 20.000 pesos en el suyo. Los gastos “menores” que hubo que hacer en los Ford de Omar Martínez, Diego Aventín, Nicolás Iglesias, Mathias Nolesi, Roberto Urretavizcaya y Fabián Acuña y en los Chevrolet de Marcelo Bugliotti, Mariano Altuna, Roberto Del Bo y Matías Rossi sumaron alrededor de 60 mil pesos. La cuenta total asciende a 436.000 pesos.
En total, 68 autos están habilitados para tomar parte de la primera tanda clasificatoria de esta tarde, para la carrera del domingo, crucial para empezar a definir el campeonato 2004. Ernesto Bessone, el campeón, llegó al liderazgo del torneo precisamente después de ganar la accidentada carrera de Rafaela.