DEPORTES
La AFA espera un decreto para que le adjudiquen el predio de Ezeiza
El complejo donde se entrenan las selecciones argentinas es estatal y hace falta la firma presidencial para que la entidad que comanda Grondona pueda disponer del lugar por treinta años, a cambio de una contraprestación social.
› Por Gustavo Veiga
El predio de 42 hectáreas que la AFA utiliza en Ezeiza de modo precario y que le pertenece al Estado podría ser adjudicado por treinta años si la asociación deportiva más poderosa de la Argentina cumple una serie de requisitos. Allí, desde diciembre de 1989, las distintas selecciones nacionales se han concentrado o entrenado en vísperas de sus compromisos internacionales, luego de un largo peregrinaje que incluyó las instalaciones de la Fundación Salvatori o del Sindicato de Empleados de Comercio. La idea tiene el respaldo del secretario de Deporte, Claudio Morresi y, para concretarse, debería contar con la firma de un decreto presidencial.
“Es nuestra voluntad solucionar este tema aunque, a cambio, se le solicitará a la AFA una contraprestación social...”, le dijo a Página/12 una fuente muy alta de la secretaría. Los terrenos en los que se levanta el cómodo y espacioso complejo deportivo le fueron cedidos a la asociación después de gestiones que incluyeron la organización de un partido amistoso en 1979 jugado por el seleccionado campeón del mundo en el ‘78 y un equipo denominado Resto del Mundo. El dinero recaudado por ese encuentro se destinó a realizar las primeras obras en Ezeiza. Según el último balance de la AFA cerrado el 30 de junio del año pasado, el valor neto del predio que figura en el detalle de sus bienes de uso asciende a 2.146.783,71 pesos, un poco más de 715 mil dólares.
La primera selección que pudo aprovechar este espacio cedido por el Estado fue la que condujo Carlos Bilardo en el Mundial de Italia ‘90. Desde entonces, la AFA, presidida en esa época por Julio Grondona, comenzó a bregar para que se le otorgara el predio mediante un decreto que nunca llegó a firmarse. En la década del ’90 y durante la gestión del menemista Livio Forneris en la Secretaría de Deporte, hubo algunos cortocircuitos porque los dirigentes del fútbol se sintieron defraudados. Argumentaban –como lo hacen aún hoy– que la AFA había cooperado con el pago de distintas obras en el Cenard, desde el mantenimiento de su cancha de fútbol hasta la construcción de vestuarios.
Este tipo de favores, sin embargo, nunca contribuyó a obtener el efecto buscado. “Grondona se enojó con algunos secretarios de Deporte porque la cesión definitiva nunca salió y sintió como que el predio de Ezeiza lo pagó dos veces”, confió uno de los directivos que tiene acceso directo a la presidencia de la AFA.
La precaria entrega del predio es una situación que, por lo visto, incomoda a sus beneficiarios. Pero la buena predisposición que tiene Morresi para encontrarle una solución al problema alienta la posibilidad de que, esta vez, avance el proyecto que concluya con los reclamos. Esto sería posible siempre que la AFA cumpla con una serie de contraprestaciones como, por ejemplo, las que ya hizo cuando desde la secretaría se le pidieron prestadas las instalaciones. Allí se concentró el seleccionado de vóleibol durante el mundial disputado en la Argentina y también el equipo de fútbol para ciegos llamado Los Murciélagos.
“No nos pueden decir que no...”, afirman en Deporte cuando se analiza qué se le pedirá a la AFA a cambio de la cesión definitiva del predio. “Debería ser algo vinculado con las actividades sociales”, agregan los funcionarios que están estudiando la factibilidad de este asunto que inquieta a los principales dirigentes del fútbol desde hace tiempo. Sea como fuere, en la asociación que preside Grondona desde hace 25 años podrían sumar algunos puntos a favor y otros en contra. Entre los primeros, el último ejercicio contable señala que las mejoras realizadas en Ezeiza ascienden a 12.064.892,77 pesos, dinero que se ve invertido en obras como la concentración de los jugadores, el salón para conferencias de prensa y el mantenimiento de las canchas.
La contracara es el retraso que viene teniendo la AFA en el pago de los controles antidoping a la Secretaría de Deporte, donde funciona el laboratorio más moderno del país (ver aparte). Estos ingredientes, como también un subsidio estatal que la asociación hace figurar en sus sucesivos balances desde 1982 y que nunca percibió (1.085.937,77 pesos), podrían condimentar una negociación que requiere de un decreto presidencial para llegar a su término.
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