“Las críticas que recibe el equipo son mal intencionadas.” De esta forma, Guillermo Barros Schelotto salió a respaldar al entrenador de Boca, Miguel Brindisi, y a sus compañeros tras la derrota sufrida ante Central, el domingo. El atacante, que estará en el banco de suplentes en la revancha por la Copa Sudamericana frente a San Lorenzo, que se disputará mañana en Salta, reconoció, no obstante, que el plantel boquense exhibió “algunos altibajos” en lo que va del torneo Apertura.
“La gente no está acostumbrada a ver a Boca perder, eso lo entiendo, pero de todos modos me parece que muchas de las críticas que recibe el equipo son mal intencionadas. Algunos quieren que nos vaya mal. El equipo tuvo algunos altibajos en lo que va del torneo, pero las cosas no están tan mal. Hay que darle un poco más de tiempo al técnico para que pueda definir una línea de juego que nos permita conseguir resultados”, señaló Barros Schelotto después del entrenamiento que ayer realizó el plantel de Boca en el complejo de Casa Amarilla.
El delantero ya está recuperado de una operación en el aductor medial izquierdo, sobre la zona del pubis, que se le practicó en julio pasado, y mañana estará en el banco de suplentes cuando su equipo enfrente a San Lorenzo en Salta. “Me siento bien, lamentablemente no pude hacer mucho fútbol, porque se viene jugando domingo y miércoles, pero estoy citado para el partido ante San Lorenzo y si juego o no lo decidirá Brindisi”, afirmó el delantero.
Boca, que perdió ante San Lorenzo por 1-0 en el encuentro que hace 15 días se disputó en el Nuevo Gasómetro, necesita ganar por más de dos goles para asegurarse la clasificación a la siguiente fase de la Copa Sudamericana, ya que un empate o una derrota lo dejará fuera de la competencia. En caso de ganar por la mínima diferencia, habrá definición por penales. El equipo conducido por Brindisi, que actuará de local, formará con Abbondanzieri; Calvo, Schiavi, Traverso, Alvarez; Cagna, Ledesma, Cascini, Guglielminpietro; Tevez, Palermo.
La expectativa que existe en Salta en torno al encuentro determinó que las 7 mil entradas populares disponibles se agotaran ayer. Solamente queda un remanente de 3 mil plateas preferenciales laterales y centrales, cuyo valor es de 30 y 50 pesos. Los organizadores aguardan una recaudación superior a los 300 mil pesos y un escenario colmado en toda su capacidad.