Brasil mantuvo el liderazgo en las Eliminatorias gracias a su cómoda victoria 5-2 sobre Venezuela en Maracaibo. Dos goles de Kaká, dos de Ronaldo y uno de Adriano sirvieron para que el conjunto de Parreira estableciera en el marcador la real diferencia entre ambos equipos. Ruberth Morán anotó dos goles sobre el final para decorar el marcador.
El campeón del mundo salió dispuesto a marcar diferencias de entrada. Antes del minuto, un toque de Ronaldo fue salvado sobre la línea por un defensor venezolano. Y antes de los seis, el equipo de Carlos Parreira se puso en ventaja con una gran maniobra de Kaká, que se sacó un marcador de encima con un caño en el borde del área y luego definió con un derechazo suave ante la salida del arquero. Así de sencillo le resultó al conjunto brasileño imponer y demostrar su jerarquía.
Con la ventaja, el partido se tornó entretenido, porque los locales se adelantaron en la búsqueda del empate, mientras que los campeones del mundo aprovecharon los espacios para responder con rápidos contragolpes. De esa forma, ambos equipos tuvieron sus ocasiones, aunque las más peligrosas siempre estuvieron del lado del arco de Angelucci. Igualmente, Venezuela inquietó con dos remates desde afuera del área que exigieron dos buenas intervenciones de Dida.
A medida que transcurrían los minutos, los venezolanos se fueron animando cada vez más, lo que resultó contraproducente para sus aspiraciones. Es que ese adelantamiento provocó que se desprotegiera en el fondo, lo que terminó siendo fatal. Primero, Ronaldo burló el achique, tiró la última línea local y cedió a Kaká, para que el volante del Milan estirara la diferencia. Luego, otras dos apariciones de Ronaldo sirvieron para liquidar el partido y transformarlo en goleada. En la primera, Roberto Carlos mandó el centro y su compañero anticipó a un zaguero y definió ante Angelucci. En la segunda, el delantero del Real Madrid recibió una asistencia de Ronaldinho, corrió hasta la puerta del área y resolvió con un tiro cruzado que el arquero no pudo detener.
El resto fue decorado. Sólo sirvió para que dos fanáticos se metieran al terreno de juego para saludar y tocar a sus ídolos –el primero a Roberto Carlos y el segundo a Ronaldo–, para que Adriano marcara el quinto con un zurdazo y para que Morán señalara dos tantos para el honor.