DEPORTES
Lo de Independiente no es un Castillo en el aire
El colombiano tuvo una tarde perfecta, en la que el equipo de Avellaneda goleó 4-0 a Huracán de Tres Arroyos: hizo dos goles, asistió a Insúa en el último, la rompió. Se va Anzarda.
Jairo Castillo se metió ayer definitivamente en el corazón de los hinchas de Independiente. Con dos golazos, una asistencia formidable en el último tanto del partido que marcó Insúa, y una gran actuación individual, el delantero colombiano fue la figura del 40 que el equipo de Daniel Bertoni le propinó a Huracán de Tres Arroyos, que mostró un nivel muy pobre. Si bien la punta del torneo está aún muy lejos, con esta victoria el conjunto de Avellaneda parece acercarse a la regularidad que necesita para convertirse en protagonista del Torneo Apertura, cuando restan ocho fechas para su finalización.
Desde el comienzo, Independiente se hizo dueño de la pelota y con mucha presión metió contra su campo a Huracán en los primeros veinte minutos de juego. Sin embargo, le faltaba dar la puntada final que le permitiera concretar en el arco adversario las acciones colectivas que insinuaba.
Pero al promediar la etapa inicial, Jairo Castillo, que había buscado en el área con más voluntad que claridad, apareció para desnivelar en el marcador. Tras una asistencia de Bustos Montoya, el colombiano acomodó el cuerpo y con un derechazo formidable la clavó en el ángulo para adelantar al local en el marcador. Un minuto después, Bustos Montoya (quien luego se lesionó y debió ser reemplazado) definió suave frente a la salida de Milton Pardal para marcar el 20. Golpeado por esos dos goles, Huracán, que se había mostrado muy contenido, intentó reaccionar. Apenas un remate de Gabriel González, que Navarro Montoya se encargó de contener, fue lo más interesante que exhibió el equipo de Anzarda durante el primer tiempo. En el complemento, todo quedó servido para Independiente. Y tras regular en los minutos iniciales y permitir alguna arremetida del adversario, el ganador, otra vez de la mano de Jairo Castillo, se propuso ponerle punto final a su faena. En un veloz contragolpe, el atacante se proyectó hacia el arco, y tras burlar la marca de dos defensores y eludir al arquero, resolvió con el arco a su disposición para establecer el camino de la goleada. Poco después, recostado sobre la derecha, encaró hacia el área y con un taquito habilitó a Insúa, quien con maestría definió por arriba de Pardal y estableció las cifras definitivas del encuentro. Al rato, Jairo Castillo fue reemplazado por Losada, y aunque todavía faltaban quince minutos para el final, ese cambio fue el telón perfecto para el triunfo rojo.
Informe: Leonardo Castillo
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