1 La renuncia. La del último domingo es la segunda vez que toman cuerpo versiones acerca de la renuncia de Miguel Brindisi, que el técnico debió otra vez desmentir (ver aparte). Ese no parece ser el clima ideal de trabajo para un entrenador, que encima siente que debe atravesar un camino cuesta arriba, arrastrando el peso de los éxitos de su antecesor en el cargo, Carlos Bianchi.

2 El ánimo. El plantel no está bien. Muchos jugadores sienten que el técnico no da en la tecla con algunas de sus decisiones, como los cambios drásticos en el sistema de juego o las vacaciones a Carlos Tevez en éste, el peor momento que atraviesa Boca desde 1998, cuando Diego Latorre asoció la intimidad del vestuario con un cabaret.

3 El convencimiento. Brindisi repite desde hace tiempo que el plantel está “dispuesto a salir cuanto antes de esta racha adversa que está atravesando, con deseos de rectificar”, pero lo cierto es que en la cancha Boca juega cada vez peor y eso pone en duda el convencimiento de los jugadores con respecto a las pretensiones del entrenador. Las muestras de debilidad del técnico tampoco ayudan a fortalecer al grupo que, acostumbrado a los buenos resultados, pareciera derrumbarse ante los primeros síntomas de una factible decadencia.

4 Los dirigentes. Tampoco están conformes con lo hecho por el cuerpo técnico, que está muy por debajo de lo que se esperaba. Ya soltaron versiones sobre la posibilidad de futuros cambios. Pero el fuego es cruzado. El cuerpo técnico argumentó que el bajón puede tener que ver con que el equipo no tuvo una buena pretemporada debido a la gira que realizó por Estados Unidos, Japón e Inglaterra, planificada por los dirigentes para recaudar dólares. Macri pidió al plantel y al cuerpo técnico “reflexión y autocrítica”; por lo bajo, los jugadores y el cuerpo técnico piden lo mismo, a los dirigentes.

5 Los objetivos. Dos oportunidades al hilo perdió Boca de posicionarse en el primer lugar. Ahora marcha cuarto en el Apertura, a cinco puntos de Vélez y Newell’s, detrás de Estudiantes, a tres unidades, y sus chances de lograr el título no dependen de sí mismo. Además, a pesar del flojo nivel del certamen, ningún equipo en la historia de los campeonatos cortos logró llevarse el título con la cantidad de derrotas que acumuló Boca ya en las primeras doce fechas.

6 El crédito. Con este panorama, no caben dudas de que a Brindisi se le ha acortado gravemente la credibilidad. Se habla de tres partidos, no más. El de hoy frente a Cerro Porteño, el del próximo domingo de local ante Instituto y el del domingo siguiente, frente a River en el Monumental. Con los dos protagonistas lejos de la punta del torneo Apertura, este encuentro tiene carácter vital para el entrenador; una derrota frente a River es algo que, tal como están las cosas, Brindisi no podrá resistir.

7 Las vacaciones de Tevez. La licencia otorgada por el cuerpo técnico al jugador no cayó bien, pero el técnico se la jugó por él y puso firme la cara para recibir las críticas. Claro es que ahora esperará retribuciones del jugador, quien, más descansado, deberá elevar su rendimiento. “Esperemos que llegue con todas las ganas, feliz de estar dentro de un campo de juego como lo ha hecho siempre, y así podrá aportarnos todo el talento y lo diferente que es”, expresó Brindisi. No caben dudas, si Tevez no regresa como el técnico imagina, será otro golpe duro para su continuidad.

8 Los hinchas. Fueron los primeros en mostrar su disconformidad con el juego del equipo y el trabajo de Brindisi, a quien silbaron sin tapujos tras el empate de local frente a Banfield. Ya con la derrota ante Argentinos adentro, la idea de un rotundo fracaso en la gestión ganó varias conciencias.

9 El sucesor. Que se hable de Marcelo Bielsa como posible sucesor de Brindisi es como echar más tierra sobre el futuro de Boca. Que los dirigentes tengan en vista un plan alternativo habla por sí mismo. Aunque nadie se anime a decirlo, Brindisi está solo, muy, demasiado solo. Que el técnico eligiera salir a hablar ayer de la pretemporada que el plantel realizará en enero próximo o de lo que necesitará para la participación en la Copa Libertadores parecería ser un nuevo reflejo del desconcierto.

10 Los resultados. Las cuatro derrotas consecutivas de visitante en el torneo Apertura, que pusieron en evidencia el mal juego del equipo que, dicho sea de paso, también se había visto en aquella aliviadora goleada a Vélez por 6-0, parecen indicar un camino de difícil retorno; incluso remarcan la derrota por la Recopa en manos del Cienciano, el primer objetivo que, aunque parecía accesible, el equipo de Brindisi dejó en el camino.