La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) declaró tres días de luto en homenaje a Serginho, el jugador del club Sao Caetano que falleció el miércoles por la noche en el estadio Morumbí de San Pablo, en un partido por el torneo local. La muerte de Serginho, de 30 años (foto), ocurrió luego de que el futbolista –que había jugado contra Boca los dos partidos de cuartos de final de la última Copa Libertadores– sufriera un paro cardiorrespiratorio durante el partido que su equipo jugaba ante San Pablo, mientras era trasladado a un hospital. La tragedia dio origen a un debate en el fútbol del vecino país acerca de los deficientes controles a los jugadores. El tema fue confirmado por el supervisor de fútbol del club, Carlos Eiki, al decir que, en los exámenes periódicos que se le hacían a los jugadores, “Serginho había presentado una deficiencia cardíaca”. La CBF anunció también que en los partidos del campeonato brasileño que se jugarán este fin de semana, se guarde un minuto de silencio, mientras que se postergará el choque entre Sao Caetano y Paraná.