Eduardo Duhalde mantuvo conversaciones en los últimos días con los economistas Daniel Carbonetto, Roberto Frenkel, Javier González Fraga, Rodolfo Frigeri y Guillermo Calvo. Una forma de interpretar esas charlas es que el Presidente está buscando asesoramiento para tener una compresión más amplia de la crisis y saber cómo enfrentarla. Otra versión que dan cerca del jefe de Estado es que los sinsabores en la negociación con el FMI están acortado los tiempos de Jorge Remes Lenicov. Y que Duhalde empieza a preparar el recambio por si el acuerdo con el organismo de crédito fracasa definitivamente.
“Si no vuelve de Washington con algo concreto que convenza a Duhalde de que tiene sentido seguir por este camino, Remes Lenicov empezará a jugar tiempo de descuento”, decía a Página/12 el último viernes un operador parlamentario del riñón duhaldista. Ayer, el mismo informante, en medio de las discusiones por el Plan Bonex, remarcó que el jefe del Palacio de Hacienda regresó de la asamblea del FMI con las manos vacías y que por tanto no debería sorprender si en el corto plazo hay un golpe de timón en el rumbo económico.
En lo que coinciden distintas fuentes es que Duhalde seguirá dando pelea por más que las negociaciones con el Fondo queden en la nada. A esta altura, su gran objetivo político es que su imagen no quede pisoteada como la de Fernando de la Rúa y entregar el poder en 2003 con la situación medianamente bajo control. Pero el entorno más cercano al Presidente, al que algunos llaman el Grupo Lomas de Zamora, encabezado por su esposa, le advierte que llegó el momento de imaginar salidas alternativas a la estrategia de Remes Lenicov.
“Mientras el Gobierno siga jugado a un acuerdo con el FMI, la suerte de Duhalde está atada a la de Remes”, interpretó un banquero con llegada al equipo económico. “Remes es el economista más presentable que tiene Duhalde para negociar con el Fondo, que en estos meses se ganó cierto respeto del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y que es aceptado por el establishment financiero”, agregó. El problema es que Remes Lenicov no consigue avanzar en las negociaciones con el Fondo y que por más señales que envía el Gobierno, la respuesta de Washington es siempre la misma: “Tienen que seguir trabajando en un plan sustentable”.
Como reveló el suplemento Cash el último domingo, Duhalde recibió la propuesta económica del actual diputado del Polo Social, Daniel Carbonetto, y lo tiene como hombre de consulta permanente. Dentro del peronismo son pocos los que creen que el Presidente vaya a desplazar a Remes Lenicov en plena negociación con el Fondo, pero crece la impresión de que está tejiendo una red de contención para no caer al vacío si esa negociación fracasa. La llegada de Carbonetto, enmarcada en un renovado acuerdo con las dos CGT, sería parte de esa jugada.
De todos modos, Duhalde también quiere escuchar otros proyectos. Si el de Carbonetto está pensado para el caso de que se rompa con el FMI, el de González Fraga, ex presidente del Banco Central durante el principio del menemismo, apunta a alcanzar un acuerdo en el mediano plazo. Su idea principal era abrir el corralito, “sincerar” la economía y después de que la inflación licue el gasto público, sentarse a negociar con el organismo de crédito. Guillermo Calvo, economista del BID, le sugiere al Presidente que cumpla con las instrucciones del FMI –en línea con la estrategia del ministro de Economía– y que discipline a las provincias para que se pueda firmar el acuerdo. Rodolfo Frigeri, en tanto, recomienda anclar el tipo de cambio. Duhalde por ahora escucha opiniones, y se prepara por si llega el tiempo de hacer cambios en la conducción económica.