DEPORTES
› OPINION
Como los cueveros de la City
› Por Diego Bonadeo
En una semana –quizá por ser menos económico, debiera escribirse mes o semestre– de anuncios de todo tipo, alrededor de inversiones chinas, porcentajes de control de los invasores del Norte a Faluja, sucesores de Miguel Angel Brindisi para la dirección técnica de Boca y demás, todos ellos anuncios “operados” de diferentes maneras y con fines diversos aunque intuibles, un despacho cablegráfico de la agencia Associated Press de las últimas horas, parece haber pretendido agregar confusión, como si la existente –respecto de la sucesión de Brindisi en este caso– no fuese ya por demás innecesaria.
En dicho cable, un tal Cristian Otero, aparentemente oficializado como “agente”, “representante”, “intermediario” o algo por el estilo, en los registros de la Asociación del Fútbol Argentino habría “interesado” a la dirigencia de Boca en la posibilidad de que el técnico holandés Louis Van Gaal, ocupe el lugar que interinamente tiene el Chino Benítez. Y que Van Gaal, con el mismo target inocuo del real consorte de Máxima Zorreguieta, de quien Van Gaal es súbdito, se había mostrado entusiasmado –capaz que se le sonrojaron los cachetes y todo– ante la propuesta.
Pero la cosa no terminaba allí, porque en el mismo cable se informaba que a partir de alguna declaración de Macri respecto de que el futuro técnico de Boca podría ser extranjero, los operadores cablegráficos dejaron deslizar los nombres del Bolillo Gómez –ya su nombre se había manejado antes, en los mentideros de siempre–, del brasileño Wanderley Luxemburgo y de otro colombiano como Gómez, un tal Luis Fernando Montoya.
Demasiados nombres. Bielsa, Valdano, Bianchi, Passarella, Basile, Van Gaal, Gómez, Luxemburgo, Montoya. Tantos, que quizás alguno se haya traspapelado en esta nómina, operada desde las usinas de los que hacen negocios con influencias y papeles, como los cueveros... Los de la City.