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Con los goles de Lisandro, Racing volvió a ganar y extendió su racha
Gracias a dos tantos de López, el goleador del torneo, la Academia superó 2-1 a Colón y consiguió su tercera victoria consecutiva.
La campaña de Racing es increíble. Arrancó con tres triunfos seguidos, luego estuvo diez fechas sin ganar, con ocho derrotas, y ahora encadenó otras tres victorias consecutivas, que le devolvieron las esperanzas a sus hinchas. Anoche, de la mano de Lisandro López, autor de los dos goles, la víctima de turno fue Colón, que se mostró muy tibio y se llevó a Santa Fe una nueva derrota. Iván Moreno y Fabianesi había señalado el transitorio empate.
No podía haber comenzado mejor el partido para Racing. Es que antes del primer minuto logró colocarse en ventaja, gracias a un tanto del goleador del campeonato, Lisandro López. El delantero recibió en el área un remate defectuoso de Guerrero, aguantó la carga de un defensor y con un zurdazo cruzado venció la resistencia de Tombolini. El entusiasmo por la conquista determinó que Racing tomara confianza. Con Morales como conductor, el equipo de Rivarola hizo circular muy bien la pelota y contó con alguna otra ocasión para aumentar la diferencia.
De a poco, Colón comenzó a emparejar e incluso pasó a dominar las acciones. Estévez ganaba por los dos costados y Hernández manejaba los tiempos del juego. Por eso, fue justo que los santafesinos llegaran a la igualdad tras una buena maniobra colectiva que Moreno y Fabianesi culminó con un cabezazo por encima de Lucchetti. Pero más allá del empate, Colón seguía teniendo distracciones defensivas que se traducían en posibilidades de riesgo frente a su arco.
Y Racing no desaprovechó la ocasión. Garcé se demoró en rechazar la pelota, y cuando lo quiso hacer, se encontró con el cuerpo de Grabinski, con lo que le cometió un penal bastante ingenuo. Nada le importó a López, que remató fuerte a la derecha de Tombolini.
El resultado a favor de Racing dejó un panorama muy claro. Es que los locales se refugiaron cerca de su arquero para evitar sobresaltos y a la espera de algún contragolpe. Del otro lado, Colón se adueñó de la pelota, pero abusó del toque sin profundidad. Por eso, casi no lastimaba en ataque. De hecho, la única chance clara que tuvo Colón fue un mano a mano que Lucchetti le tapó a Blanco. Muy poco teniendo en cuenta el tiempo que administró la pelota.
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