Quince días antes de terminar el 2004, Boca se juega esta noche la posibilidad de lograr su único título del año. El equipo de la Ribera buscará conquistar para sus vitrinas la Copa Sudamericana, el único objetivo que le queda en pie y que le permitiría salvar una temporada opaca, luego de perder la final de la Copa Libertadores y la Recopa, para lo que tendrá que remontar frente al Bolívar un marcador desfavorable de 1-0, que obtuvo en el encuentro disputado en el estadio Hernando Siles, de La Paz. Guillermo Barros Schelotto, Carlos Tevez –para quien será su último partido en Boca– y Martín Palermo serán los responsables de acortar la brecha, según dejó entrever durante las prácticas de la semana el entrenador Jorge Benítez, que no confirmó el equipo y cuyas acciones para continuar al frente del plantel subieron luego de que Alfio Basile anunciara ayer que no dirigirá a Boca en la próxima temporada.
Cuando a las 21.15, en la Bombonera, el árbitro chileno Carlos Chandía señale el comienzo del partido (televisa Fox Sports, en directo), Boca estará frente a la última oportunidad del año de ganar un título que le permita al menos olvidar una temporada demasiado accidentada, en la que perdió los dos primeros objetivos que tuvo al alcance, más allá de los torneos locales que ganaron River y Newell’s, y sufrió las renuncias de los entrenadores Carlos Bianchi y Miguel Brindisi.
El equipo de Benítez arrancará perdiendo por 1-0, a causa del gol que el argentino Horacio Chiorazzo convirtió en el partido de ida a los 30 minutos del complemento, cuando Boca aguantaba estoicamente los avances del conjunto boliviano, que aprovechaba su condición de local y su acostumbramiento a los 3600 metros de altura de la capital de ese país. Pero, como admitieron varios futbolistas boquenses, ésa no es una desventaja difícil de remontar, sobre todo si se tiene en cuenta que Boca jugará con todas sus estrellas, el nivel general del rival y el contexto del encuentro, con un estadio que estará al máximo de su capacidad: los hinchas visitantes ocuparán sólo la tercera bandeja.
El interino Benítez también se juega en este partido su carta de triunfo para ser ratificado en el cargo para la próxima temporada, una posibilidad que barajan un grupo de dirigentes y que ayer tomó más cuerpo luego del anuncio del técnico de Colón, Alfio Basile, quien se autoexcluyó entre los candidatos (era el que pretendía contratar el presidente Mauricio Macri), aduciendo “razones personales”.
Aunque todavía no fue confirmado el equipo boquense, el entrenador lo haría minutos antes del encuentro. Con tres delanteros en la formación inicial, lo que se descuenta, Boca aspira a ganarles a los bolivianos con más de un gol de diferencia, para evitar una hipotética definición por penales, ya que en esta temporada se le negó dos veces: ante el Once Caldas –erraron Schiavi y Burdisso y el arquero Henao les contuvo a Cascini y Cangele– y ante el Cienciano –no convirtieron Tevez y Vargas.
El Bolívar, por su parte, presentará una formación ultradefensiva, con dos líneas de cuatro y cinco jugadores y sólo un delantero, ya que la idea del entrenador Vladimir Soria es la de aguantar la diferencia obtenida en el partido de ida, para lo que decidió excluir a Percy Colque por Daniel Pachi y el ingreso de Limbert Pizarro por el delantero Roger Suárez. “Este es un equipo equilibrado: cuando tiene que defender lo hacen todos, y cuando se van arriba lo realizan ordenadamente”, justificó Soria.