Apenas quince minutos le alcanzaron a Lionel Messi para definir el partido y convertirse en la figura de Argentina en la victoria 4-0 ante Bolivia. Es que no bien ingresó, en el primer cuarto de hora del segundo tiempo, el jugador del Barcelona anotó dos goles y selló un triunfo que había comenzado a gestarse en la primera parte con un tanto de Pablo Barrientos. Luego, Mauro Boselli decoró el marcador con otro golazo. Con este resultado, Argentina está casi clasificada para la segunda fase.
Muy rápido quedó en claro la diferencia existente entre los dos equipos. Es que bastó que Ezequiel Lavezzi encarara en velocidad a los defensores rivales para que Argentina se pusiera en ventaja. El delantero de San Lorenzo dejó tres rivales en el camino, llegó hasta el fondo y metió el centro atrás para el ingreso de Barrientos, que no tuvo inconvenientes para definir con el arco vacío. Con el gol a favor, Argentina manejó el desarrollo a su antojo, pero no aceleró a fondo, pese a las enormes facilidades que tenía por la derecha.
Con muy poco, al equipo de Tocalli le alcanzaba para dominar la situación. Incluso, pudo sacar más ventaja con un zurdazo de Peirone, pero el remate del centrodelantero rebotó en el palo. Sin embargo, por más que el resultado nunca corrió peligro, la actuación argentina no terminaba de convencer. Es que los volantes no se metían en el partido y faltaba cambio de ritmo. Hasta que ingresó Messi. Y entonces, el jugador del Barcelona se encargó de tapar todas las falencias que había mostrado el equipo. Con una corrida bárbara, mezcla de habilidad y rapidez, y un zurdazo alto señaló el segundo gol casi en el arranque del segundo tiempo. Diez minutos más tarde, otra gran maniobra de Lavezzi terminó en el tercer gol, esta vez definida con otro zurdazo de Messi. A partir de allí, el conjunto de Tocalli reguló el trámite, aunque le quedó tiempo para anotar un nuevo gol, cuando Boselli bajó un centro con el pecho y sacó un derechazo alto.