Amagaron con armar un buen partido, pero River e Independiente terminaron aburriendo y justificaron el 1-1 final. En Mendoza, el conjunto de Avellaneda se puso en ventaja con un gol de José Oscar Flores en el primer tiempo, pero en el arranque del segundo igualó José Sand para sellar el empate definitivo, en un partido muy pobre.
La primera imagen mostró a un Independiente ambicioso, con Cangele muy activo en la mitad de la cancha y con Agüero incisivo en el ataque. A River le costaba afirmarse en el medio, aunque arriba insinuaba cierto peligro a partir de la potencia de Maxi López. De esa forma, no resultó raro que el conjunto de Menotti se pusiera en ventaja. Agüero recibió un pelotazo en la izquierda de Jorge Martínez, bajó la pelota con el pecho, desairó a Gandolfi y cedió atrás para la entrada de Flores, que apenas tuvo que tocar con el arco vacío.
La diferencia en el marcador modificó la geografía del juego, ya que River se adelantó en el terreno y empezó a manejar la pelota. Sin embargo, el equipo de Astrada padeció de una llamativa falta de profundidad, por lo que apenas inquietó a Navarro Montoya con centros o remates desde afuera del área. Muy poco como para tener posibilidades reales de igualar. Del otro lado, Independiente se mostró mucho más preocupado en obstaculizar los intentos del rival que en generar acciones propias. Es por eso que el encuentro se fue tornando aburrido, con pocas emociones frente a los arcos y en el que abundaron las imprecisiones y las infracciones. A esa altura, los creativos de cada equipo tenían muy poca participación, por lo que la claridad era un elemento casi inexistente. Una muestra: la chance más clara de River en la primera mitad fue un tiro libre débil de Gastón Fernández, que Navarro Montoya controló sin inconvenientes. De Independiente, tras el gol de Flores, directamente no hubo ocasiones para contabilizar. Demasiado pobre lo que exhibían los dos equipos.
Claro que todo cambió enseguida. En el primer avance serio del segundo tiempo, Gastón Fernández armó una gran jugada y habilitó a Sand, que de primera y de zurda sometió a Navarro Montoya con un tiro a media altura. Ahí parecía que River se lo iba a llevar por delante, pero la presión apenas duró unos minutos. Es cierto que siguió manteniendo el dominio del balón, pero casi no generó situaciones frente a Navarro Montoya. Incluso, Independiente estuvo más cerca de ganarlo con un remate de Fabro que salvó Costanzo. No hubiese sido justo, ninguno mereció la victoria.