El tenis argentino arrancó con todo el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año. A las cuatro victorias de la jornada inicial se le sumaron los triunfos conseguidos anoche por Guillermo Coria, Guillermo Cañas y Juan Ignacio Chela. Coria derrotó 6-2, 6-4, 6-0 al checo Tomas Berdych por 6-2, 6-4, 6-0, en sólo una hora y 36 minutos en el court central del Melbourne Park; Cañas derrotó sin mayores contratiempos al local Chris Guccione con parciales 6-4, 6-2, 7-6 (7-4), y Chela doblegó, no sin esfuerzo, 6-4, 7-6 (7-4), 7-6 (7-1) a Wayne Arthurs. En la madrugada debutaban David Nalbandian, ante el español David Ferrer, y Mariano Zabaleta, frente al australiano Marc Kimmich. José Acasuso le había ganado 6-3 el primer set al chileno Fernando González.
Los tenistas argentinos habían tenido un arranque muy prometedor ya en la primera jornada, en la que cuatro de los cinco jugadores que se presentaron lograron el triunfo. El triunfo más resonante en la primera jornada llegó de la mano de Agustín Calleri, 66º del ranking, quien derrotó en un partido durísimo en cinco sets al bielorruso Max Mirnyi (44) 6-4, 5-7, 6-4, 4-6, 6-4. “Es un jugador duro que saca y devuelve bien”, dijo el cordobés, que enfrentará al sueco Thomas Johansson (30) esta madrugada.
Gastón Gaudio (10º) le ganó con facilidad al estadounidense Justin Gimelstob (144º) 7-6 (7-3), 6-4, 6-3. “El partido fue tranquilo, estoy con confianza y jugué bien. Estoy más tranquilo, sobre todo, porque si pierdo no me amargo como en otra época, en este sentido, estoy más ‘menottista’”, señaló Gaudio, reconocido hincha de Independiente, en alusión al actual entrenador del equipo de Avellaneda.
“Yo también trato de ganar jugando bien, porque si no no disfruto, me quedo con una sensación fea”, explicó el campeón de Roland Garros, que tendrá que vérselas en segunda ronda con el verdugo de Juan Mónaco, el estadounidense Mardy Fish (37º).
Mónaco no contó con la suerte necesaria para cerrar el partido en momentos claves del quinto set y terminó cayendo 2-6, 6-0, 6-4, 4-6, 9-7 tras 3 horas y 23 minutos. “Corrí casi cuatro horas y perdí, me voy triste”, se sinceró Mónaco. “Perdí por poco, por detalles, él llegó más cansado, arriesgó y colocó más tiros ganadores. Le salió bien como le pudo haber ido mal. Estoy cerca, pero no ganar me quita la confianza, lo que necesito es ganar, de cualquier manera.”
Por el lado de las mujeres, Mariana Díaz Oliva (101º) derrotó 6-3, 6-4 a la japonesa Saori Obata (109º), mientras que Gisela Dulko (32º) despachó a la puertorriquena Kristina Brandi 6-3, 3-6, 6-3. “Es una de las jugadores con las que menos me gusta jugar, tiene una técnica rara”, dijo Dulko tras el partido. “Ahora uso la cabeza, empleo más táctica, porque aprendí que el tenis no es sólo pegarle duro. Un año atrás hubiera perdido este partido en dos sets.”
Díaz Oliva y Dulko, las dos únicas tenistas argentinas que participan en el Abierto australiano, tendrán que enfrentarse en segunda ronda, lo que asegurará que una de las dos avance a la tercera etapa del torneo.
El suizo Roger Federer, número uno en el ranking, despachó al experimentado francés Fabrice Santoro (49º) con un rotundo 6-1, 6-1, 6-2. La sorpresa de la primera jornada la dio el español Guillermo García López (106º), quien eliminó a su compatriota Carlos Moya (5º) al ganarle 7-5, 6-3, 3-6, 6-3.