El pago efectuado a Boca por parte del Corinthians por la transferencia del delantero Carlos Tevez, que según el diputado brasileño Romeu Tuma fue girado desde las Islas Vírgenes británicas, podría sufrir una eventual confiscación futura por parte del Estado ruso, si éste logra la extradición de Boris Berezovsky y Badri Parkatsishvili, supuestos accionistas del grupo inversor británico MSI, que acercó al Corinthians los 19 millones de dólares que recibió el club que preside Mauricio Macri. “Esos dos hombres figuran en el informe que recibí de Interpol y ya entregué a la Justicia. Todo indica que Tevez pasó a Corinthians con dinero de la ‘mafia rusa’, un dinero que Rusia buscará repatriar en su momento”, advirtió el legislador brasileño, que además es dirigente del Corinthians y opositor a la sociedad del club con grupo inversor MSI.
La cabeza visible de MSI, grupo que es observado de cerca por el fiscal antimafia Roberto Porto, es el joven empresario iraní Kia Joorabchian, quien admitió recientemente que tiene el 30 por ciento de las acciones de la sociedad, pero negó conexiones con Berezovsky y Parkatsishvili.
Por otra parte, ayer volvió a publicarse en el boletín de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) que el contrato de Tevez se extenderá por sólo dos años, y no por cinco, como había dicho el último viernes el presidente del Corinthians, Alberto Dualib.
Al respecto, MSI precisó que el contrato se extendió por dos años porque es el plazo máximo de la visa temporal de trabajo concedida a Tevez por el gobierno brasileño. Para que la autorización laboral fuera permanente (con un plazo máximo de 5 años, renovable), el contrato de transferencia debía haber sido registrado en el Banco Central de Brasil, lo que no sucedió.