1º) Diego Maradona: El más grande de todos tiene una historia de amor inconmensurable con la hinchada. En su primer paso por el club (1981), la sostuvo con el genio de su fútbol casi incontaminado. En sus otras dos etapas (1995-96 y 1997) puso en juego el peso de su leyenda. Diego ganó con Boca su único título en la Argentina. Y aún hoy mantiene con la gente un romance que nunca podrá extinguirse.

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2º) Antonio Ubaldo Rattin: El emblema de los valores boquenses. Transpiró garra y corazón durante 14 temporadas (1956-1970) y ganó tres títulos (1962-64 y 65). Un ídolo eterno.

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3º) Angel Clemente Rojas: El genio de la cintura mágica. Jugó entre 1963 y 1971 y ganó cuatro campeonatos (1964-65 y Nacionales ’69 y ’70). Los hinchas amaron su habilidad y su gambeta y le perdonaron todo. Si no hubiera sido tan inconstante, hubiera sido todavía más grande. Pero no hubiera sido Rojitas.

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4º) Ernesto Lazzatti: Otro símbolo boquense. Fue el primer gran centrojás del profesionalismo. Tuvo todo, técnica y mando. Llegó en 1934 desde Bahía Blanca y se quedó hasta 1947. Ganó 5 títulos (1934, ’35, ’40, ’43 y ’47).

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5º) Francisco Varallo: El goleador histórico. Nadie hizo más goles que él (181). Fue el cañonero de los campeonatos de 1931, ’34 y ’35.

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6º) Mario Boyé: El Atómico. Emocionó a los hinchas del ’40 con argumentos simples pero explosivos: pique, potencia, remates fulminantes y cabezazos poderosos. Pasó dos veces por el club, hizo 112 goles y ganó dos títulos (1943-44).

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7º) Natalio Pescia: El Leoncito. Un canto de amor a Boca. Dejó todo por la camiseta y fue ídolo siempre, en cada uno de los 14 años que jugó. Ganó tres campeonatos (1943, ’44 y ’54).

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8º) Roberto Cherro: Cabecita de Oro. Ganó el último título del amateurismo (1930) y los tres primeros del profesionalismo (’31, ’34 y ’35). Cabeceador extraordinario, compensó con inteligencia los kilos que le sobraban.

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9º) Silvio Marzolini: Uno de los pocos que fue campeón como jugador y técnico. En los ’60 llenó de jerarquía y buen gusto el lateral izquierdo. Jugó entre 1960 y 1972, y ganó cinco títulos (1962, ’64, ’65 y Nacionales ’69 y ’70). Volvió para dirigir en 1981 y fue campeón del Metro de la mano de Diego.

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10º) Guillermo Barros Schelotto: El símbolo de la era más gloriosa. Es el único que estuvo sin interrupciones en las dos etapas de Bianchi. Ganó todo de ida y de vuelta: cuatro títulos locales, tres Libertadores, dos Intercontinentales y la Copa Sudamericana. Impresionante.

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11º) Hugo Orlando Gatti: Llenó 12 años de historia (del ’76 al ’88) con un estilo que a nadie dejó indiferente. Con Lorenzo ganó dos títulos locales (Metro y Nacional ’76), dos Libertadores (’77-’78) y una Intercontinental (’78). En el Metro ’81 dio la vuelta olímpica al lado de Maradona.

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12º) Antonio Roma: Otro arquero legendario. Se apoderó en 1960 de los tres palos y los soltó recién cuando se retiró en 1972. Batió dos records de invulnerabilidad en 1964 y 1969. Con el penal que le atajó a Delem en 1962 conquistó para siempre el corazón de la hinchada. Ganó el título de ese año, y, también los del 1964, ’65 y el Nacional del ’69. Inolvidable.

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13º) Rubén Suñé: Pasó dos veces por el club y en las dos salió campeón. Como lateral derecho ganó los Nacionales ’69 y ’70. Como volante central, estuvo en los cinco títulos de la era Lorenzo. Idolo por entrega y por fútbol.

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14º) Roberto Mouzo: El que más veces se puso la azul y oro. Jugó 395 partidos oficiales entre 1971 y 1984. Fuerte y atlético, a menudo impasable, ganó seis campeonatos: los cinco de la era Lorenzo y el Metro ’81.

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15º) Juan Román Riquelme: El estratega del primer Boca multicampeón de Bianchi. Su toque, sus pisadas y sus pases gol hicieron delirar a la hinchada. Un jugador notable que ganó tres títulos locales, dos Libertadores y la Intercontinental de 2000.

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16º) Carlos Sosa: Para muchos, el mejor half derecho argentino de todos los tiempos. Un derroche de categoría, demasiado jugador para su puesto. Clave en los títulos del ’43 y el ’44, tirándole centros a la cabeza de Boyé.

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17º) José Marante: Una marca registrada. Duro, recio, inexpugnable, una muralla como back derecho. Ganó los cinco primeros títulos de Boca en el profesionalismo (’34-’35-’40-’43 y ’44).

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18º) Severino Varela: Estuvo sólo dos años (1943-44). En ambos salió campeón haciéndole goles decisivos a River con su “boina fantasma”. Por eso fue ídolo.

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19º) Jaime Sarlanga: Piraña. Le puso sutileza y habilidad a la delantera en los años ’40. Hizo 115 goles en 9 temporadas y fue campeón en 1940, 43 y 44.

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20º) Eliseo Mouriño: Admirado y respetado como jugador y como hombre. Fue el sucesor de Lazzatti como centro medio y, después de ganar el título del ’54, se hizo half izquierdo para que pudiese jugar Rattin. Un crack de los de antes.

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21º) Carlos Navarro Montoya: Heredó el arco de Gatti en 1988 y lo dejó en 1996. Atajador de notables reflejos, fue el mejor jugador del equipo en casi todo ese lapso. Llegó a jugar 180 partidos consecutivos y sólo le faltaron más títulos para trepar más alto en la historia. Ganó la Supercopa ’89 y el Apertura ’92

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22º) Paulo Valentim. Es el máximo goleador de Boca ante River. Y eso sólo lo deposita en la historia. Entre 1960 y 1964, les hizo 10 goles a los archirrivales. Además, fue campeón en el ’62 y el ’64. Jugó 109 partidos y, en total, marcó 67 tantos.

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23º) Martín Palermo: El goleador de los ’90. El gran protagonista de los primeros grandes éxitos de la era Bianchi. Sus 20 goles en el Apertura ’98, sus dos tantos al Real Madrid en la Intercontinental de 2000 y su gol a River en la Copa de 2000 le reservaron para siempre su sitio en el recuerdo.

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24º) Delfín Benítez Cáceres: El Machetero. El ladero perfecto de Varallo y Cherro en las primeras delanteras del profesionalismo. Goleador mortífero, hizo 108 tantos en 168 partidos y salió campeón en 1934-35.

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25º) Américo Tesorieri: El primer gran ídolo azul y oro, el mejor arquero del amateurismo. Ganó siete títulos entre 1916 y 1927 e integró el equipo que realizó la legendaria gira a Europa en 1925.

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26º) Pedro Arico Suárez: La Gallega. Otro que estuvo en el último campeón del amateurismo (1930) y en los tres primeros del profesionalismo (’34, ’35, ’40). Jugó 291 partidos a lo Boca, con garra, entrega y calidad.

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27º) Norberto Menéndez: El Beto. Talento puro. Clave en los títulos del ’62, el ’64 y el ’65. El toque de buen gusto entre tantos dientes apretados.

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28º) Bernardo Gandulla: El Nano. A principios de los ’40 integró una de las delanteras más famosas de la historia boquense. Aportó habilidad, gambeta y un cabezazo eximio a los campeones del ’40 y el ’43.

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29º) Hugo Ibarra: Un crack. Llenó de fútbol el lateral derecho de la defensa y llegó gambeteando hasta el arco de los contrarios. Con Bianchi ganó 3 títulos locales, 3 Libertadores (2000, ’01, ’03) y la Intercontinental de 2000.

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30º) Oscar Córdoba: Sus atajadas en las definiciones por penales ante Palmeiras (2000) y Cruz Azul (2001) fueron claves para ganar las dos primeras Copas Libertadores del ciclo de Bianchi. Además, logró tres títulos locales y la Intercontinental de 2000.

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31º) Vicente Pernía: Otro lateral derecho histórico. Entre 1973 y 1981 fue dueño indiscutible de la camiseta número 4. Se hizo sentir a base de fuerza y fe. Ganó cinco títulos con Lorenzo y el Metro ’81.

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32º) Carlos Tevez: El último gran ídolo. Habilidad, guapeza, gol y sentimiento boquense. Clave en la triple corona del 2003. Se despidió ganando la Sudamericana de 2004.

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33º) Víctor Valussi: Un prócer de la defensa. Formó con Domingos da Guía la zaga central campeona del ’35 y con Marante las del ’40, ’43 y ’44.

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34º) Julio Meléndez: Llegó en silencio en 1968 y rápidamente se hizo ídolo. Como número dos, derrochó velocidad, plasticidad, elegancia y limpieza para quitar y salir. Jugó 136 partidos y fue campeón en los Nacionales ’69 y ’70.

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35º) Sergio Martínez: El Manteca. Un delantero vivísimo para moverse en el área y llegar al gol. Entre 1992 y 1997, hizo 80 tantos en 137 partidos, fue campeón en el Apertura ’92, y es el octavo artillero de la historia boquense.

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36º) Francisco Lombardo: Con la camiseta número 4 llenó casi toda la década del ’50. En su tiempo, fue el mejor del país. Formó una línea media inolvidable con Mouriño y Pescia que ganó el título del ’54.

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37º) Domingos da Guía: Un fuera de serie como marcador central. Dio cátedra de calidad en los equipos campeones del ’34 y el ’35. Jugó apenas 56 partidos.

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38º) José Borello: Pepino. El goleador de los campeones del ’54. Del estilo de los “cañoneros”, fue temible por la potencia de sus remates y pasó a la memoria por su duelo con Amadeo Carrizo. Hizo 45 goles en sólo 79 partidos.

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39º) Ludovico Bidoglio: Otro emblema del amateurismo. Fue a la gira del ’25 a Europa, ganó el título de 1930 e integró en 1931 el primer campeón profesional. Zaguero derecho de calidad infrecuente, una lesión lo obligó muy joven a dejar el fútbol.

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40º) Francisco Sa: Lorenzo lo convenció de que no dejara el fútbol y no lo defraudó. Entre 1976 y 1981 disputó 166 partidos y ganó dos títulos locales (Metro y Nacional ’76), las Copas del ’77 y el ’78 y la Intercontinental del ’78.

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41º) Norberto Madurga: El Muñeco. Jugó entre 1966 y 1971 y es el símbolo del Boca ultraofensivo que armó Alfredo Di Stéfano. Sus piques al vacío y sus dos goles a River en el último partido del Nacional ’69 demorarán en olvidarse. Dirigido por José María Silvero, también ganó el Nacional ’70.

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42º) Jorge Benítez: El Chino llenó una década con la ocho en la espalda. Entre 1973 y 1983, le aportó fútbol al Boca de Domínguez, despliegue a los cinco títulos de la era Lorenzo y calidad al campeón del Metro ’81.

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43º) Gabriel Batistuta: En Boca explotó a la fama. Formó con Latorre, un binomio goleador que brilló en el Clausura ’91. Hizo 13 goles en 19 partidos y se fue a Italia a triunfar.

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44º) Domingo Tarasconi: El máximo goleador del amateurismo con 177 goles. Ganó los títulos del 1923, ’24, ’26, ’30 y ’31. Un cañonero veloz y contundente. Hasta Gardel le dedicó un tango.

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45º) Pedro Calomino: Un gambeteador indescifrable, pícaro, el inventor de la bicicleta. Ganó los primeros cuatro campeonatos amateurs.

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46º) Juan Yustrich: El primer gran arquero de Boca en la era profesional. Volador y espectacular, llenó el arco de los campeones de 1934-35.

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47º) Jorge Bermúdez: El colombiano protagonizó los seis títulos de la primera etapa de Bianchi, y marcó el penal decisivo en el Morumbí ante Palmeiras en la Copa de 2000. Una columna. Fuerte, recio, un típico dos de Boca.

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48º) Pío Corcuera: El peón de brega de los bicampeones del ’43 y el ’44. Un ocho infatigable que también llegaba al gol.

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49º) Osvaldo Potente: Un talento al que le faltaron títulos para trepar más alto. No ganó nada pero lo tenía todo: pegada, gol, inteligencia, cabezazo. Clave en los equipos del ’71 al ’75.

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50º) Herminio González: Pierino, un malabarista, un showman de la habilidad. Con la pelota en los pies, podía hacer lo que se le ocurriese. Jugó entre 1949 y 1958 y la tribuna lo amó a pesar de sus lagunas.