A muy poco de finalizar el Mundial 1978, con el seleccionado nacional como campeón, terminaron también las peleas por las “marcas”. Iluminación de tal o cual empresa, tipos de césped para los terrenos de juego, bebidas gaseosas de esta corporación o de aquella, derechos de televisión que favorecían a Fulano, a Zutano o a Perengano, y así siguiendo. Y siempre con algún dirigente de la FIFA “participando” de la puja o licitación.
Sin embargo, y como secuela de los encontronazos interempresarios, un aviso publicitario en medios gráficos locales contabilizó los goles del equipo argentino, discriminando la marca de calzado que utilizaron los goleadores durante el torneo. La síntesis del mensaje publicitario era: “Puma 14-Adidas 1”. Si uno mal no recuerda, el “gol de Adidas” lo había marcado René Houseman, y la referencia a los catorce “goles de Puma” no tomaba en cuenta los que fueron de cabeza.
Veintisiete años después, en la cuna de la indumentaria deportiva para fútbol –esto es, Alemania–, en un mundo bien diferente de aquél y, si de esto se trata, especialmente diferente en cuanto a los medios audiovisuales, el ex goleador y actual entrenador del seleccionado alemán, Jürgen Klinsmann, amenazó con sacar del plantel –que se prepara para el Mundial 2006, en el que su país será el anfitrión– a los jugadores que se nieguen a utilizar botines Adidas, patrocinador oficial de la Federación Alemana de Fútbol.
Klinsmann le dijo a la revista Sportbild con desembozado desparpajo: “No habrá jugador del seleccionado alemán con otra marca de botines que Adidas. Si cree que debe salir a la cancha con otra marca de calzado, entonces tendrá que irse a su casa”. Esto, a raíz de conflictos entre los patrocinadores personales de algunos de los jugadores de la selección y Adidas, lo que hizo que además interviniera la gremial de futbolistas de Alemania.
El poder omnímodo también recluta rehenes en el Norte. Para saber de qué se trata esto de los rehenes en el sur, y aunque nada tenga que ver con el fútbol, ver en la mejor sala de su barrio la película de Eduardo Pineyro sobre el accidente de LAPA, Whisky Romeo Zulu.