En su anhelo por alcanzar la cima en el plano internacional, River dio un paso positivo en el encuentro de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores. El equipo de Núñez igualó en un gol ante Banfield, y ese tanto que Marcelo Gallardo conquistó en condición de visitante le permite tener una pequeña ventaja para el encuentro de vuelta, el 16 de junio. En el caso de empatar en cero, River obtendrá automáticamente el pasaje para las semifinales del certamen continental. En el encuentro de anoche, ninguno de los dos equipos pudo prevalecer con claridad sobre el rival, aunque River fue el que intentó aportar más fútbol a un duelo enmarcado por el deslucimiento.
Dentro de ese desarrollo friccionado, el único que pudo destacarse fue el capitán de River. Gallardo, que regresaba luego de una lesión, fue el que construyó todos los circuitos ofensivos de su equipo, y con su capacidad técnica logró destacarse sobre el resto. Precisamente, Gallardo fue el autor del único gol de su equipo, cuando apenas se habían jugado nueve minutos. Bilos despejó de cabeza un envío aéreo, Gallardo le pegó a la pelota de volea desde afuera del área y Barbosa no pudo evitar que ingresara junto a su palo izquierdo. Antes, la primera aproximación visitante fue con un zurdazo de Domínguez que se fue por arriba.
En esos primeros minutos, Banfield se mostró muy acelerado y sus jugadores fallaban en los pases hacia sus compañeros. Entre los más nerviosos se lo vio el ex Boca Antonio Barijho, quien se ocupó de provocarse con los jugadores rivales, principalmente con Eduardo Tuzzio. De esa manera, el local no exhibía su habitual seguridad defensiva, y encima los delanteros quedaban demasiado aislados del resto. Por ello, el primer acercamiento de peligro de Banfield fue por un error del arquero Costanzo cuando intentó cortar un centro, pero Domínguez pudo despejar la pelota casi sobre la línea.
Dos minutos después de aquella jugada, River estuvo cerca de aumentar la ventaja por intermedio de Farías, pero su remate cruzado se fue al lado del palo derecho de Barbosa. A partir de ese momento, Banfield provocó un poco más, pero la entrega superaba al juego. San Martín probó desde lejos con un derechazo que se fue cerca y luego Costanzo tuvo dos apariciones decisivas para evitar la caída de su arco. En el final de la primera parte, Bilos desperdició su oportunidad por falta de precisión.
La tesitura del partido no varió en el segundo tiempo, y River parecía controlar la situación a partir de la posesión de la pelota. Pero la mejor arma de Banfield volvió a dar resultado, y Bilos tuvo su desquite cuando marcó el empate: el jugador cabeceó la pelota enviada por un tiro libre y superó a Costanzo luego de que éste chocara con Cervera en su intento por rechazar el centro.
Después ninguno tuvo convicción para ganar el partido, y los palos jugaron para ambos: un tiro de Zapata pegó en el madero y, en el último minuto, un cabezazo de Civelli dio en el travesaño. El final encontró a River con una leve sonrisa pensando en lo que viene.