El entrenador de River, Leonardo Astrada, aseguró ayer que River no mereció perder ante el San Pablo en Brasil y se mostró confiado de cara a la revancha del próximo miércoles en el Monumental, en la que sus jugadores deberán remontar un 0-2 para acceder a la final de la Copa Libertadores. El técnico, por otra parte, deslizó que los incidentes violentos que protagonizaron los hinchas de River con la policía brasileña dentro del estadio y las agresiones que sufrieron los jugadores, cuyo micro fue apedreado cuando ingresaba al estadio, formaron parte de “algo que estuvo armado”.
“A Quilmes le pasó lo mismo cuando Grafite hizo la denuncia por racismo contra (Leandro) Desábato. Hay que ver si el San Pablo tiene la personalidad suficiente para soportar la presión que habrá en nuestra cancha”, dijo Astrada, quien expresó su deseo de que en el Monumental no se produzcan incidentes, porque –aseguró– “los partidos hay que ganarlos en la cancha y River está capacitado para hacerlo”.
“A pesar de la derrota, los jugadores están enteros anímicamente y con muchas ganas de revertir el resultado. Estoy seguro de que vamos a llegar a la final. Habrá que tener tranquilidad y meter mucha presión. Si no los presionamos, ellos van a jugar con tranquilidad, y la idea es que la pasen mal”, aseveró Astrada, quien advirtió que deberán estar muy atentos en defensa “porque si ellos hacen un gol las cosas se pueden complicar”. En caso de que San Pablo convierta un tanto, River se verá obligado a golear 4-1 para llegar a la instancia decisiva de la Copa. Al intentar argumentar su optimismo de cara a la revancha, el entrenador sostuvo que “San Pablo baja mucho su nivel de visitante y todos sabemos que River potencia su juego de local”.
En cuanto al análisis del partido en el Morumbí, Astrada sorprendió al afirmar que su equipo no debió irse con las manos vacías y, como contrapartida, consideró: “El partido fue parejo y ellos hicieron la diferencia después de un descuido nuestro y sobre el final con un penal al que llegaron de contragolpe. En líneas generales, el equipo respondió como nosotros esperábamos. Teníamos el partido controlado y no merecíamos un resultado así”, insistió el técnico antes de emprender el regreso al país. Por otra parte, trascendió que los incidentes violentos que protagonizaron los hinchas de River con la policía brasileña, que dejaron al menos dieciocho heridos, se habrían originado a raíz de una pelea entre los propios simpatizantes de River, divididos por la política interna del club, entre un grupo que apoya la candidatura a la reelección del actual presidente del club, José María Aguilar, y otro, “Nuevos Dirigentes”, que postula a la presidencia a Darío Santilli, hijo de Hugo, ex presidente del club en los ‘80.