Está claro que es un elegido. No sólo por el talento y la entrega que exhibe en cada partido, sino porque parece tener el don de estar siempre en el lugar adecuado en el momento justo. Y Emanuel Ginóbili así lo siente, luego de coronar un año increíble que se inició con su casamiento, se prolongó con la consagración en los Juegos Olímpicos, siguió con haber sido elegido para el Juego de las Estrellas y se completó el jueves con su segundo título de la NBA.
“Estoy muy feliz por haberles dado una alegría más a los argentinos y espero que lo hayan disfrutado. Ha sido un año frenético, pero increíble, que comenzó con mi boda y siguió con la firma del contrato y la posibilidad de seguir en este equipo. Luego, los Juegos Olímpicos y toda la temporada, que fue muy larga y emotiva. No se puede creer todo lo que se vive, es hora de disfrutar”, resumió el argentino, que bromeó con que necesitaba otro cuerpo para poder celebrar la obtención del título.
“Soy muy afortunado de tener dos títulos en tres años. Hay que mirar a otros compañeros del equipo, Massenburg, Glenn Robinson, Brent Barry, con más de 10 años en la liga y que recién logran su primer título y algunos que ni siquiera habían tenido la posibilidad de jugar una final”, señaló Ginóbili, que aseguró sentir este título como más propio que el anterior, teniendo en cuenta el protagonismo que tuvo esta temporada. “El primer título fue especial, pero ahora fui más protagonista, me siento más dueño del título”, explicó el argentino, autor de 23 puntos en el séptimo partido.
Otro motivo de orgullo para Manu fue haber sido el tercer jugador en la historia, luego de Michael Jordan y Scottie Pippen, en lograr un título de la NBA y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos en la misma temporada. Sin embargo, prefirió no comparar ambos logros. “Son dos cosas diferentes. Este es un título profesional, el otro es más de orgullo pues representas a tu país. Pero profesionalmente esto es lo máximo que puedes vivir”, respondió Ginóbili que, tras los festejos con sus compañeros por las calles de San Antonio y el tradicional paseo en lancha por el Riverwalk, la semana que viene estará en Buenos Aires para participar de una clínica organizada por la NBA en el Cenard.