Por Sebastián Fest
Desde Madrid

No quiere hablar o no puede hablar. Sea como fuere, Mariano Puerta no habla del asunto que atormenta su existencia desde hace semanas. El tenista argentino, denunciado por doping en L’Equipe, deja Madrid tras cinco días de durísimo desdoblamiento físico y mental.
Cada partido y cada presentación ante la prensa fueron una pequeña tortura para el argentino, número 10 del mundo y finalista de Roland Garros. Debe dar todo en la cancha y lo da. Debe actuar en las ruedas de prensa como si no sucediera nada. Y lo hace.
Sonríe, se ilusiona con jugar el Masters de Shanghai. “Voy a seguir trabajando. Mi idea es ir a Shanghai, aunque sea de suplente”, dice con los ojos abiertos por el entusiasmo. “Creo que el año que viene todos los argentinos pondremos la Davis por delante de cualquier torneo”, agrega, mientras muchos de los que lo escuchaban se preguntan si Puerta podrá seguir siendo tenista el año próximo. Y Puerta, con su sonrisa franca, mira el rostro de sus interlocutores y nota perfectamente esa desconfianza. Pero no deja nunca de sonreír.
Ni de hablar del futuro. “Voy a jugar Lyon la semana próxima, es un torneo que me ayuda para sumar puntos, y también París-Bercy”. Dos torneos en Francia, uno de los países más duros en la lucha antidoping, el país de su presunto positivo.
El argentino se fue aplaudido calurosamente del estadio central y el público no le recriminó nada en momento alguno. “Creo que el 80 o 90 por ciento de los jugadores se dopan”, dijo un espectador, mientras otro agregaba: “Yo le doy un voto de confianza a Puerta”.
“La reacción de la gente fue muy emocionante, muy cariñosa, espero volver el año próximo”, dijo Puerta, que fue defendido por el español David Ferrer, el hombre que lo eliminó del torneo 6-7, 6-1, 6-4. “Creo en su inocencia y en que no hay doping, pero en el caso de que lo haya creo que ha sido un despiste y no para mejorar su tenis, porque le sobra para estar arriba”, dijo con contundencia el número 18 del mundo.
Difíciles días para Puerta, que el martes elogió el funcionamiento del programa antidoping del tenis, pero que ayer prefirió no volver a entrar en el asunto y dejó otra frase para la reflexión: “Eso lo saben los directivos. No estoy tan en el tema como para opinar”.
Muy difícil momento de Puerta, que el miércoles, feliz con su victoria en el debut, prometió hablar relajadamente sobre su tenis y sus planes. Ayer todo era diferente. Tanto, que por un instante dejó de simular: “No estoy de ánimo para hablar”.