DEPORTES
› MICHEL ZEN-RUFFINEN Y LA CORRUPCION EN EL DEPORTE
“No hay reglas para atacarla”
› Por Pablo Vignone
Desde Copenhague
“En cualquier deporte, cuando una regla no funciona, se cambia. Pero lo que es válido para el deporte, desafortunadamente no lo es para los gobiernos de las organizaciones deportivas”, opinó Michel Zen-Ruffinen, el ex secretario general de la FIFA, en el cierre de la conferencia Play the Game, de altísimo nivel por la calidad de sus debates.
“El problema con las grandes organizaciones deportivas internacionales es que los dirigentes que ocupan los altos cargos no quieren dejarlos, porque les otorgan un gran número de privilegios –señaló el abogado suizo, que fue despedido de la FIFA luego de que hiciera una denuncia contra el presidente Joseph Blatter por mal manejo económico–. Por eso la gente a cargo debería ser sujeto de un estricto y objetivo control.”
Zen-Ruffinen no mencionó a la FIFA ya que está impedido de hacerlo, pero en el ambiente flotó la ininterrumpida sensación, durante la mayor parte de su alocución, de que se refería a la multinacional del fútbol, cuyo número dos, Julio Grondona, habría resultado decisivo en su despido. El suizo arrancó su presentación contando un episodio muy reciente sobre corrupción en el fútbol. “Un trío suizo de referís que fue a dirigir un partido de una copa internacional importante de Europa, en la capital de un país latino en el que no se habla ni francés ni italiano, fue llevado por un alto dirigente del club local a una gran tienda. Y delante de ellos le dijo al gerente: ‘Yo vuelvo en tres horas, el club pagará lo que los señores compren’”, contó, dando reales claves para entender el episodio.
“Acá se habló de dos flagelos del deporte, el doping y la corrupción –resumió el suizo–. Siempre aparecen nuevas maneras de practicar el doping, pero las formas de la corrupción son las mismas de siempre. Sin embargo, no hay suficientes reglas dentro de las organizaciones deportivas para combatirlas.”
En la jornada final de la conferencia, el premio Play the Game le fue concedido al dirigente argentino Mario Goijman, que expuso el caso de corrupción en la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), que comanda el mexicano Rubén Acosta. “La lucha que vengo llevando adelante es muy solitaria y desgastante porque me difaman para ponerme a la defensiva –afirmó el dirigente a este diario–. Por eso, cuando fuera de mi país reconocen que mi pelea es por los valores que siempre debieran enmarcar al deporte, me siento gratificado.” Ocho presidentes de federaciones nacionales afirmaron al sitio de la conferencia estar de acuerdo con la destitución de Acosta.