No fue nada buena la actuación de Guillermo Coria anoche en el ATP de Buenos Aires. Preso de sus propios dramas, el número 7 del mundo cayó sin atenuantes ante el español Rubén Ramírez Hidalgo, 93º del ranking, por 5-7, 2-6 y fue eliminado en la segunda ronda. “Pido disculpas por lo que mostré en la cancha. No fue nada lindo para aquellos que han pagado su entrada para verme. Espero que la próxima vez no sea así”, se sinceró el santafesino frente al público, tras la derrota.

La disculpa de Coria tiene una explicación simple: jugó un partido flojísimo, sin ambiciones, y, para peor, volvió a poner en evidencia sus serios problemas con el saque; en tan sólo dos sets cometió nada menos que once dobles faltas, facilitándole el trámite al español, que no proponía tanto como para llevarse el triunfo que finalmente consiguió. “Es muy difícil jugar cuando uno no tiene ninguna confianza en un golpe. Nunca me sentí cómodo”, admitió tras el partido.

Coria tuvo un arranque aceptable, quebrando a Hidalgo en el primer juego y ganando el segundo, pese a sus dos primeras dobles faltas. En el sexto volvieron sus problemas con el saque e Hidalgo no tuvo problemas para igualar 3-3 y luego pasar a ganar en el séptimo y también el octavo, donde el argentino volvió a cometer otras dos dobles faltas.

El público no daba crédito de lo que estaba pasando en la cancha y trataba de despertar a Coria alentándolo constantemente. De algo sirvió el esfuerzo, porque el Mago tomó envión para igualar el parcial 5-5. A partir del undécimo juego, el español sacó ventaja en los errores que Coria cometía, para terminar llevándose el set por 5-7; en ese último game, Coria volvió a cometer dos dobles faltas, para finalizar contando las primeras ocho, contra sólo una de Hidalgo.

“Sabía que Coria estaba sacando mal, pero no me imaginé que era para tanto. Para mí esa fue la clave de la victoria, porque primero él perdió confianza con el saque y después ya no podía jugar ni de fondo”, iba a explicar luego, en conferencia de prensa, el español, que entró al torneo como lucky loser y ahora sigue en cuartos de final y con un triunfo importante para su carrera. Además hace dos semanas le ganó a Gastón Gaudio en Viña del Mar.

Irreconocible, Coria arrancó el segundo set de la peor manera. Llegó a estar 0-3 abajo, con dos dobles faltas más en el segundo juego, y el partido parecía no tener un final próspero para él. Sin embargo, remontó la racha ganando los siguientes dos juegos, para ponerse 2-3. En el sexto volvió a sufrir sus fallas en el saque y la última doble falta del partido, para contar once en total. Hidalgo no tuvo más que meter la pelota en la cancha y esperar que la desesperación y la bronca de Coria hiciera el resto.