El Autódromo se mudó a Puerto Madero, al menos por una noche. En el coqueto enclave el Turismo Competición 2000 presentó ayer las 37 máquinas que participarán de la primera carrera del campeonato 2006, este domingo en el circuito porteño. La llovizna no impidió que los coches del TC 2000 pudieran ser vistos en conjunto por primera vez en el año. “Estoy triste porque se nos aguó una fiesta, pero creo que estamos frente a la posibilidad de un año excelente”, dijo a Página/12 Pablo Peón, el titular de la categoría, que en esta temporada repartirá 2,5 millones de pesos en premios.

La disciplina que se apoya en las fábricas de automóviles y las grandes petroleras como sustentos de su éxito dio una muestra de su poderío en pleno centro porteño, a un puñado de metros de la Casa de Gobierno. Los equipos más poderosos del TC 2000 se han asegurado presupuestos de casi un millón de dólares. “Yo creo que, bien armado, un auto de TC 2000 no puede costar menos de 160 mil dólares”, aseguró a este diario el constructor Edgardo Fernández. Para la competencia del domingo en el Autódromo, en el circuito Nº 15 (el que usaba la Fórmula 1 en la época de Reutemann) se esperan no menos de 50 mil personas, para lo cual la categoría y los sponsors regalaron un gran caudal de entradas.

“Creemos que las carreras van a tener más valor”, opina Peón. Se eliminaron los lastres de los autos, habrá una carrera el sábado y en el futuro inmediato hay planes para correr en un circuito callejero en Santa Fe “al nivel de un trazado norteamericano”, asegura el dirigente. Los vestidos largos se mezclaban a esa altura con la mecánica, mientras los pilotos, sin haberse calzado sus buzos antiflama a causa de la lluvia, firmaban autógrafos.