Williams Sanders, jugador de Argentino, escapó a lo largo de tres cuadras de casi treinta fanáticos del equipo, que está por irse al descenso, que querían pegarle tras una derrota.
El basquetbolista estadounidense Williams Sanders, jugador de Argentino de Junín, vivió en carne propia la intolerancia de los hinchas ante la derrota y tuvo que correr tres cuadras para ponerse a salvo de los violentos, que querían pegarle tras la derrota 80-72 ante el campeón de la Liga Nacional, Ben Hur de Rafaela, que dejó al equipo al borde del descenso. El jugador pudo escaparse finalmente subiéndose a un automóvil en marcha.
Al salir del vestuario después de la derrota, Sanders respondió al insulto de un hincha, a quien salieron a defender casi tres decenas de simpatizantes enardecidos, que obligaron al estadounidense a correr por la calle durante tres cuadras, hasta que pudo ponerse a salvo subiendo al automóvil de su novia.
Otro de los jugadores del equipo, Diego Ferrero, tuvo que salir camuflado entre los árbitros del partido, aunque la bronca de los hinchas vino por otro lado.
Al término del encuentro, el técnico Silvio Santander presentó su renuncia al cargo porque “el miércoles se escaparon de la concentración dos jugadores, que volvieron borrachos a las seis del día siguiente”. Ferrero habría sido uno de ellos, y el viernes cumplió un pobre papel en el partido que Argentino perdió 94-93 con Central Entrerriano.
“Ferrero hizo dos tiros libres de ocho, o sea que jugó peor de lo mal que lo hace normalmente”, afirmó un allegado al equipo citado por la agencia Télam. Ferrero, de 22 años, ya no está en Junín: volvió a Rosario, su ciudad natal, y le rescindirán el contrato. El otro jugador involucrado en el episodio sería Sebastián Acosta. “Acosta metió seis triples, pero lanzó 16 veces de zona tres. Claro, tiró todas las que recibió porque no podía correr”, graficó la fuente.
La agresión no es novedosa en Argentino de Junín, el equipo de mayor presupuesto en la Liga pasada y que en esta edición precisa ganar los cuatro partidos que le quedan disputar para evitar el descenso y esperar que Belgrano de San Nicolás pierda los cuatro que le toca jugar.
“Cuando se perdió el clásico con Ciclista de Junín, Facundo Sucatzky debió quedarse escondido en el club hasta la madrugada porque la gente lo quería matar”, relató la fuente.
El domingo volverá a jugarse el clásico basquetbolístico de Junín y si Ciclista le gana a Argentino, lo condenará al descenso, por lo que podrían producirse nuevas carreras de basquetbolistas por las calles de esa ciudad. “El descenso es inevitable, pero acá todos deseamos que se produzca el viernes contra River, porque en el clásico sería un desastre”, cita la agencia a su fuente.
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