Vie 17.03.2006

DEPORTES

“Por suerte somos locales, porque afuera los alemanes sienten miedo”

Franz Beckenbauer, organizador del Mundial, critica a la Selección de su país y no tiene problemas en que el ejército salga a la calle.

Por Esteban Bayer
Desde Hamburgo


Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador del Mundial, opina que “por suerte” la selección dirigida por Jurgen Klinsmann, duramente criticada en los últimos días, juega de local, y no de visitante, ya que afuera, los jugadores “tienen miedo”.

–¿Cuál es el mal mayor al que hay que temer para el Mundial, la gripe aviaria o los hooligans ingleses?

–La gripe aviaria es algo que no se puede ocultar, existe y nadie sabe qué consecuencias finales puede haber. Pero, a pesar de que los alemanes tienden al pánico, creo que eso es algo completamente fuera de lugar. Lo que pasa es que hay muchos que buscan una plataforma pública y la tienen. No hay que tomar todo tan en serio. Y en cuanto a los hooligans, apuesto por la prevención. Impedir de entrada que viajen y, si eso no alcanzara, confío plenamente en nuestras fuerzas de seguridad, cuyo trabajo es muy bueno, en forma coordinada con la policía de los otros países, con Inglaterra, Holanda, Polonia. Además, recordemos que el 99 por ciento de los hinchas son pacíficos.

–¿Y sobre el debate en el país de recurrir a las fuerzas armadas?

–Es un tema que deben decidir el gobierno y el Parlamento. Lo importante es que tengamos la máxima seguridad posible. Y si las fuerzas armadas reciben un encargo de este tipo, nosotros, el Comité Organizador, estaremos de acuerdo.

–¿El Comité Organizador está preparado?

–Seguro que surgirán problemas. Aparecerán algunos francotiradores, pero la gran estructura está armada y no corre peligro. El problema es que nos vemos obligados a reaccionar. Por ejemplo, cuando salieron las críticas exageradas a los estadios. Esta gente no sabe qué consecuencias internacionales tiene lo que dice, es algo molesto, porque entonces hay que salir a explicar y aclarar, y eso cuesta energía y tiempo.

–¿En qué grado dependen el entusiasmo y el ambiente durante el Mundial de cómo funcione la selección alemana?

–Dependen muchísimo. Lo vivimos en la Eurocopa de Portugal en 2004. Si Portugal quedaba eliminada desde el principio, el ambiente hubiera descendido de 100 a 0. En Alemania la situación tal vez sea un poco diferente. Además, esperamos la visita de un millón de visitantes extranjeros. Pero la base fundamental del entusiasmo, de la identificación de la gente quedaría tocada. Por eso confiamos plenamente en que la selección alemana llegue bastante lejos. Lo logrará, los otros tampoco son mejores.

–¿Y cómo ve el ambiente en Alemania, a poco menos de tres meses de la inauguración?

–Bueno, creo que se puede apreciar por todos lados que el país se alegra, tiene una expectativa muy grande. Pero depende un poco de la selección. Acaba de perder 4-1 con Italia y ahora todo el mundo quiere saber cómo sigue, si se recupera. Estoy convencido de que lo va a lograr. La base primordial será tener un buen estado físico, porque futbolísticamente no somos nada especial. Hay unos cuantos a los que no nos podemos equiparar. Y por lo tanto necesitamos indefectiblemente un buen estado físico. El entusiasmo del público va a estar y, si se da todo, podríamos llegar a ser los campeones mundiales. ¿Por qué no?

–¿Cuál es su análisis de la derrota por 4-1 ante Italia?

–Un partido sólo puede brindar un análisis del momento, algo pasajero. Pero la pregunta fundamental es cómo se pierde un partido así. No hubo reacción, no se ofreció resistencia. Se entregaron sin dar la lucha. Y eso es algo problemático. No pelearon. No lo hicieron y ahí nacen las críticas. Yo no sé cómo se enfrentan los jugadores a las críticas. No tienen mucha experiencia, son muy jóvenes. La mayoría juega en clubes sin mayores desafíos internacionales y por eso tienen problemas cuando juegan de visitantes, ahí tienen miedo. Tienen simplemente miedo, y así juegan. En casa es otra cosa. Acá juegan mucho más sueltos, más atrevidos, se encuentran en un ambiente que conocen, gozan del apoyo del público. Y por eso mantengo vivas las esperanzas de que todo salga bien.

–¿Klinsmann tiene alternativas en cuanto a jugadores?

–No tiene alternativas. La base tiene que estar prefijada, tal vez pueda hacer alguna que otra corrección. Pero repito lo que dije con ocasión del Mundial 2002 y por lo que me atacaron: con 30 jugadores, en principio da igual quién juegue. No puede hacer nada equivocado. Hay sólo dos jugadores que tienen que estar: Michael Ballack y Oliver Kahn, quien con su actuación llevó al equipo a la final.

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