Roberto Ayala juró que en el plantel de la Selección Argentina no existieron “peleas a trompadas”, a raíz de desavenencias originadas por el bajo rendimiento del equipo y la prematura eliminación del Mundial. “Escuchar eso me duele. Porque el grupo pasó por momentos difíciles, pero los superó –enfatizó el zaguero–. Estoy orgulloso de haber trabajado con mis compañeros”.
Con la vehemente desmentida (“Juro por mis hijos que nada de eso pasó), el defensor salió al cruce de versiones periodísticas que circularon en Japón y en Argentina acerca de un violento cruce entre Juan Sebastián Verón y Diego Simeone.
Al analizar el “fracaso” deportivo de Argentina en el primer mundial asiático, Ayala focalizó en “la falta de definición” el principal problema, y se lamentó que “esta Selección no haya quedado en la historia del fútbol argentino y mundial. Había gente para escribir una gran historia. Pero nos quedamos sin nada, porque lo único que queda es el éxito”. dijo con inocultable dolor.
De todas manera, Ayala aseguró estar “tranquilo por mi y por el grupo, por lo que dimos en el mundial”; al tiempo que declinó formular algún atisbo de crítica contra Marcelo Bielsa, quien al regresar al país se atribuyo “la mayor responsabilidad de este fracaso”, según las propias palabras del entrenador.
“No entro en el tema táctico –se excusó–. Porque si bien los futbolistas somos los que decidimos, es el técnico quien ordena cómo debe jugar el equipo. Y ése no es mi tema”. Del mismo modo, pidió no buscar las causas del traspié en los exigentes entrenamientos físicos a los que fue sometido el plantel, pues -puntualizó– “siempre nos preparamos así. No nos saturaron en las prácticas”.
Autocrítico aunque no actuó ni un sólo minuto en el torneo al haber sufrido una lesión muscular a escasos minutos del debut mundialista ante Nigeria, el capitán del representativo nacional también reconoció con nobleza que “los jugadores no hallamos los caminos” que les señaló Bielsa “para marcar goles”.
“Inglaterra y Suecia colocaron dos líneas de cuatro defensivas y, si bien los buscamos, fue difícil encontrarlos –recordó–. Apenas convertimos dos goles. Un cabezazo tras un corner, y el rebote de un penal”. Ayala consideró que “la Argentina fue el equipo más ofensivo, el que más apostó en ataque. Pero tampoco tuvimos la suerte necesaria que hay que tener en estos torneos cortos”.
El zaguero se inclinó por la continuidad de Bielsa al frente del seleccionado, pero relativizó que su “opinión vaya a pesar mucho” en la consideración de los dirigentes de la AFA, ni descartó volver a vestir la casaca albiceleste. “Mi sueño con la Selección lo dejaré de tener el día que abandone el fútbol”.
Sin decisión sobre el futuro técnico y sin compromisos a la vista en los próximos doce meses, será difícil que la Selección vuelva a ser convocada en lo que resta del 2002.