DEPORTES
› INGLATERRA Y BRASIL JUEGAN MAÑANA POR LOS CUARTOS DE FINAL
¡Ay, cómo nos gustaría estar ahí!
Ambos vienen con rendimiento desparejo. Los brasileños ganaron todos los partidos pero “no jugaron contra nadie”; Inglaterra ganó dos y empató dos, pero tuvo rivales mucho más exigentes. Van con todo y puede ser lindo.
Inglaterra y Brasil se enfrentarán mañana bien temprano (3.30, hora argentina, sin televisación de aire hasta las 10.30) en lo que podría ser, si no estuviera tan gastado y devaluado el concepto tantas veces defraudado, una “final anticipada” de la Copa del Mundo. Pero será un partido de cuartos y no otra cosa. Lo que sí vale son las expectativas y la presencia en el campo –como sucedió en Inglaterra-Argentina– de un puñado de jugadores que pueden jugar bien al fútbol.
Ambos equipos llegan a esta instancia con su juego y rendimiento parcialmente afianzados a lo largo de esta Copa del Mundo conforme pasaron los compromisos. Brasil está convencido de que para ganar tiene que jugar “con el corazón en la punta de los botines”, como expresó Rivaldo, pero los ingleses “no tienen motivos para tener miedo”, aseguró el volante Nicky Butt. Con una impecable trayectoria en los resultados pero no en el juego, el equipo de Luiz Felipe Scolari dejó tras de sí a Turquía (1-0), China (4-0) y Costa Rica (5-2), en la primera fase, y derrotó 2-0 a Bélgica el lunes pasado en octavos de final. Trece goles a favor, sólo tres en contra, y dos de los máximos goleadores del mundial entre sus filas, Ronaldo (puntero con cinco anotaciones como el alemán Miroslav Klose) y Rivaldo (cuatro), son sólo algunas de las cartas que Brasil tira sobre la mesa.
En el campo brasileño no hay lesionados, sólo el zaguero central Lucio entrenó ayer por separado y se limitó a dar algunas pocas vueltas alrededor del terreno del campo de entrenamiento de la fábrica Honda en Hamamatsu. Pero estará mañana para jugar.
Por su parte, Inglaterra tuvo una primera fase menos brillante pero más complicada, con mucho mayor rigor en los enfrentamientos: empató con Suecia en el debut (1-1), le ganó a Argentina (1-0) y volvió a empatar con Nigeria, sin goles, lo que le alcanzó justo para seguir en carrera sin demostrar superioridad clara sobre ningún rival, aunque luego derrotó con claridad 3-0 a Dinamarca en octavos.
El sueco Sven Goran Eriksson contará con David Beckham para organizar juego, y con Rio Ferdinand como encargado de marcar a Ronaldo. Ahí estarán esas dos piezas. En cambio está en dudas para jugar todo el partido Michael Owen, lesionado frente a Dinamarca. Ni él ni el mediocampista Paul Scholes entrenaron el martes en la Isla de Awaji, pero está previsto que se unan hoy a la práctica. Scholes sufre un inconveniente menor en el pie y podría ser reemplazado por Kieron Dyer en el segundo tiempo.
Los jugadores brasileños están confiados en que “tienen equipo como para vencer a Inglaterra” y que deben jugar “como siempre”, más preocupados por su propia producción que por lo que haga el adversario.
“No interesa saber cómo juega Inglaterra, y ni si juega de modo similar a Bélgica o no. Porque de cualquier forma nosotros tenemos que salir a la cancha y ganar el partido”, aseguró Ronaldo. “Inglaterra mejoró mucho en los últimos años. Ya no es apenas un equipo de tirar pelotazos. Tiene un mediocampo muy técnico, con jugadores muy buenos en la marcación, y todos tocan la pelota en velocidad”, apuntó el brasileño.
Butt, en tanto, dijo que Brasil “tiene jugadores de clase mundial en todos los sectores y además a Ronaldo y Rivaldo”, pero advirtió que Inglaterra también tiene sus figuras, por eso no tienen “motivos para tener miedo”, señaló.
Sobrevuela en Shizuoka el fantasma del anterior enfrentamiento mundialista entre ambos, cuando Brasil eliminó a los ingleses en cuartos de final de México 70 (1-0), con gol de Jairzinho, incluido el show protagonizado por Pelé y Bobby Moore.