Para determinadas federaciones deportivas, la prevención y los controles que deben hacerse en torno del doping parecen un asunto menor. Diecinueve de ellas desestimaron una convocatoria de la Secretaría de Deporte para capacitarse en la materia –sobre un total de 31 que reciben apoyo económico del Estado– y provocaron que ahora se analice la posibilidad de sancionarlas. El malestar que causaron estas ausencias al curso “Prevención y control de dopaje y uso de drogas psicoactivas en el deporte” fue confirmado por Claudio Morresi a Página/12. En ese marco, el único dato positivo es que, al menos, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) se convirtió en una de las doce entidades que concurrió a la actividad que se desarrollará hasta el 18 de mayo. Después de que varios casos de doping sacudieran al ambiente tenístico durante los últimos cinco años, su inasistencia hubiera sido injustificable.

“En muchos lugares del mundo quizá se piense que acá no existe rigurosidad para abordar el problema. Por eso, en la necesidad de proteger a nuestros atletas y de recuperar el prestigio en las tareas preventivas y de control, salimos a proponer cursos. Para el de doping hubo tres avisos a las federaciones, entre febrero y abril. Como tuvimos tan poca respuesta, estamos evaluando algunas acciones a seguir”, analizó el secretario de Deporte. Asimismo, Morresi no descartó la aplicación de multas o la reducción de los aportes económicos a las 19 disciplinas ausentes.

En la página web de la secretaría que conduce el ex futbolista se menciona a las federaciones que no respondieron a las convocatorias efectuadas el 2 y 27 de febrero y el 5 de abril. Son las de atletismo, básquetbol, béisbol, canotaje, ciclismo, gimnasia, hándbol, hockey, judo, lucha, patinaje, pentatlón, racquetbal, remo, sóftbol, maxibásquetbol y las entidades que reúnen a los deportistas discapacitados, Fadesir, Fadim y Fadec. En cambio, se destaca la presencia en el curso sobre doping del tenis, esquí náutico, boxeo, pesas, tiro, esgrima, deportes acuáticos, tenis de mesa, karate, Fadepac, ecuestre y yachting.

“Por lo menos, el curso sirvió para que viniera la gente del tenis. Se nota que los sacudieron los casos de Cañas y Puerta”, afirmó el médico Carlos D’Angelo, responsable del laboratorio del Cenard y quien organizó la actividad.

Las jornadas que patrocinó la Secretaría de Estado comenzaron el 3 de abril y se desarrollarán los lunes y jueves en el Cenard, hasta el 18 de mayo. Están destinadas a especialistas en el tema, pero además a directivos, entrenadores, profesores de educación física y deportistas. “Debemos formar recursos humanos para cada federación”, explicó Morresi.

En el último encuentro se presentó el filósofo Claudio Tamburrini, quien mantiene una actitud tan crítica como escéptica sobre las herramientas con que se lucha contra el doping. El ex arquero de Almagro y detenido-desaparecido durante la dictadura militar consiguió escaparse de Mansión Seré, un campo de concentración de la Fuerza Aérea, y más tarde se exilió en Suecia, donde reside.

“El sistema no resistirá. Estoy convencido de que van a tener que ponerse cada vez más represivos y que, con el tiempo, el control antidoping no existirá más”, ha sostenido Tamburrini en más de una oportunidad. El doctor D’Angelo, quien lo invitó a exponer, piensa diferente. “En el laboratorio está mi idea del doping, mi gente de confianza, mis sueños, todo. Es un lugar en donde uno se llena de energía para poder seguir en esta cruzada”, afirma. Como ésta, otras de sus ideas pueden leerse en el libro Doping y algo más, que acaba de editar con la colaboración del periodista Milo Taboada.

El lunes 17, acaso sin quererlo, el médico y su libro sobre doping generaron un hecho controvertido, que tuvo como escenario la sede del Comité Olímpico Argentino. Allí había decidido D’Angelo que presentaría su trabajo, rodeado de amigos, funcionarios, ex deportistas que fueron atendidos por él durante su extensa trayectoria y dirigentes deportivos.Entre estos últimos estaban quienes le dieron la espalda al curso sobre prevención y control de doping. Quince de las diecinueve federaciones ausentes son afiliadas al COA, que preside Julio Cassanello, el mismo que prologó el libro.