Las genialidades y el juego arrollador de Emanuel Ginóbili, unido a la ausencia del base titular de Dallas, Jason Terry, fueron la combinación perfecta para que San Antonio hiciese el milagro de ganar el sexto partido de las semifinales de la Conferencia Oeste de la NBA. Ginóbili con 30 puntos, 10 rebotes, tres robos de balón, dos asistencias y un tapón permitió que los Spurs venciesen 91-86 a los Mavericks y forzasen el séptimo y decisivo partido de la eliminatoria. Los Spurs recuperaron la ventaja de campo y tendrán la posibilidad de defender su título de campeones de liga si mañana vencen de nuevo a los Mavericks en el AT&T Center de San Antonio.

Ginóbili, líder en puntos y rebotes de su equipo, volvió a recordar que es un jugador que mejora en los momentos difíciles y que se echa al equipo sobre los hombros cuando mayor presión tiene. “No queríamos iniciar tan pronto las vacaciones”, había dicho el otro día, cuando con otra gran labor evitó la eliminación. Y en el sexto juego, el argentino lo hizo todo bien en los 38 minutos de juego al anotar 6-9 dobles, 2-5 triples y 12-13 en libres, un factor que volvió a favorecer por completo a los Spurs.

Pero Ginóbili se olvidó de todo e hizo su trabajo a la perfección al conseguir con dos tiros libres cuando faltaban 15,2 segundos el parcial de 89-86, que iba a ser el decisivo, porque el alero alemán Dirk Nowitzki falló un triple con seis segundos y el base francés Tony Parker sentenció con otros dos lanzamientos libres. En tanto, el alero Tim Duncan también respondió en su papel de estrella y aportó 24 puntos con ocho rebotes, lo mismo que el escolta Michael Finley, ex jugador de los Mavericks y otro de los causantes de la suspensión de Terry, que se convirtió en el factor sorpresa y verdugo del equipo de Dallas. Finley aportó 16 puntos, con dos 2-3 triples. Los aficionados de los Mavericks mostraron todo el enfado hacia Finley por su comportamiento en el partido anterior y abuchearon durante todo el partido, mientras que le dedicaron un sinfín de carteles con frases muy agresivas. “Hemos hecho un gran partido y supimos reaccionar en el tercer período cuando los Mavericks todavía estaban en control del marcador y del ritmo del partido”, comentó Gregg Popovich, entrenador de San Antonio.

La ausencia de Terry se convirtió en una auténtica pesadilla para los Mavericks, especialmente cuando vieron como el joven Devin Harris nunca pudo con Ginóbili, y el escolta Jerry Stackhouse tampoco tuvo su mejor noche. Nowitzki volvió a ser el líder perfecto de su equipo, a pesar de haber fallado el intento de triple que pudo empatar el marcador y forzar el suplementario, no tuvo nada que ver con la derrota. El jugador alemán consiguió 26 puntos, 21 rebotes y cinco asistencias, siendo líder de su equipo en las tres categorías, pero no fue suficiente para evitar la derrota.

De momento, la realidad es que los Spurs siguen con vida y tendrán la gran oportunidad de por primera vez desde que llegó al equipo Duncan, en 1997, ganar una serie que han ido perdiendo. Ahora las estadísticas favorecen a San Antonio, que podría ser el noveno equipo en la historia de la NBA en revertir una eliminatoria después de ir perdiendo 1-3 y el segundo esta temporada, ya que Phoenix lo logró ante Los Angeles Lakers en la primera ronda. Y mucho de ello, gracias a la producción de Emanuel Ginóbili, que no quiere irse tan rápido de vacaciones.