Alemania, tres veces campeón del mundo, y Corea del Sur, el local, la sorpresa –junto a Turquía–, el equipo que arribó a esta etapa beneficiado por groseros errores arbitrales, juegan hoy bien temprano la primera de las dos semifinales del Mundial 2002. El encuentro se disputará en el estadio de Seúl desde las 8.30, hora argentina, y será dirigido por el suizo Urs Meier, asistido por Frédéric Arnault (Francia) y Evzen Amler (República Checa).
Y no caben dudas de que todas las miradas estarán puestas sobre el desempeño del árbitro suizo, de origen germánico, Meier, después de las muchas acusaciones existentes contra los jueces de beneficiar al conjunto asiático en los últimos partidos ante Italia y España. Meier ya les otorgó un penal a los surcoreanos ante Estados Unidos durante la disputa del Grupo D. Habrá que ver. Por otra parte, aunque no lo hayan dicho, el hecho de que los dirija un árbitro suizo germánico tranquilizó a los alemanes.
El partido de hoy –poco probable en los cálculos previos– será el enfrentamiento entre una potencia histórica del fútbol, Alemania, y una sorpresa, Corea.
(Viene de la página/25) Por un lado, los blancos de Voeller, que llegaron al torneo tras agónicas eliminatorias y aparecen envueltos en clima interno muy tenso por las duras críticas recibidas de parte de grandes referentes del fútbol alemán –caso Beckenbauer, que los destrozó–; por otro, los sospechados beneficiarios de la “mafia FIFA” de Blatter que, además, han demostrado saber hacer las cosas dentro de la cancha: Guus Hiddink les dio el toque holandés y ellos pusieron la dedicación y el empeño coreano. Los bávaros, que en cuartos de final eliminaron a Estados Unidos (1-0) en un partido polémico (hubo una mano alevosa que sacó una pelota que entraba al arco de Kahn), prefieren no ostentar chapa de candidatos ante un equipo que con ayudas arbitrales o sin ellas ha eliminado a tres fuertes equipos del área europea-latina, como Portugal, Italia y España.
Para el choque con los surcoreanos, la principal duda del director técnico alemán es la presencia del mediocampista Dietmar Hamann, considerado clave en el andamiaje del equipo. El jugador sufrió una elongación de los ligamentos interiores de la rodilla derecha en el partido de cuartos de final ante Estados Unidos y, en caso de no recuperarse, Voeller haría jugar al experimentado Jens Jeremies.
Por su parte, Guus Hiddink afirmó ayer que su equipo debería tener cuidado porque “los alemanes son más eficientes que italianos y españoles”, a los que supo eliminar en octavos y cuartos. Los locales, que vienen de vencer a España por penales (5-3) con el mal desempeño del egipcio Gamal Ghandour, quien anuló dos tantos a los españoles, también se vieron favorecidos por los fallos arbitrales ante los italianos. Para este choque, Corea afrontará el partido con las dudas de su delantero estrella Ahn Jung-hwan (que sin embargo tiene muchas posibilidades de jugar), y del centrocampista Kim Nam-Il. Ahn, quien sufrió un golpe en el tobillo derecho en el partido contra España, se volvió a entrenar recién ayer después de no haberlo hecho el domingo, mientras que Kim Nam-Il, con molestias en el tobillo izquierdo, está casi descartado.
Alemanes y coreanos se enfrentaron una sola vez en Copas del Mundo con victoria para los europeos. El 27 de junio de 1994, por la primera fase del Grupo C del certamen de Estados Unidos, en el estadio Cotton Bowl los germanos se impusieron 3-2 con goles de Juergen Klinsmann, en dos oportunidades, y Karlheinz Riedle, mientras que Hwang Sun-hong y Hong Myung-bo anotaron los goles del equipo asiático. El único jugador sobreviviente de dicho partido es, ocho años después, el defensor Hong Myung-bo, titular en el actual equipo surcoreano.