Con una gran demostración de poder ofensivo, República Checa aplastó a Estados Unidos y dio un paso importante hacia los octavos de final. La clave del triunfo del conjunto dirigido por Karen Bruckner se centró en la destacada actuación de Tomas Rosicky: el flamante jugador del Arsenal, de Inglaterra, se adueñó de la ofensiva checa y arrasó con un pálido equipo norteamericano que apenas opuso resistencia (ver página 20).

Los checos sacaron ventaja a los 5 minutos con un gol de cabeza del grandote Jan Koller, quien sobre el final del primer tiempo se lesionó y probablemente estará ausente, en principio, en los partidos frente a Ghana e Italia. De todos modos, Rosicky hizo olvidar la figura del centrodelantero de Borussia Dortmund. Con un bombazo a un palo marcó el segundo tanto y, en el segundo tiempo, cuando Estados Unidos se preocupaba por defender su arco, estiró el marcador con una sutil definición después de correr 40 metros con la pelota. “Estoy muy decepcionado con este comienzo. Los checos nos han castigado por cada error que hemos cometido”, reconoció el entrenador de Estados Unidos, Bruce Arena.

3-REPUBLICA CHECA
Cech, Grygera, Rozehnal, Ujfalusi, Jankulovski; Plasil, Galasek, Nedved, Tomas Rosicky, Poborsky, Koller.
DT: Karel Bruckner.
0-ESTADOS UNIDOS
Keller, Cherundolo, Pope, Onyewu, Lewis; Convey, Reyna, Mastroeni; Beasley, Donovan, McBride.
DT: Bruce Arena. Estadio: Fritz Walter Stadion (Gelsenkirchen).
Arbitro: Carlos Amarilla (Paraguay).
Goles: 5m Koller (R); 36 y 76m Rosicky (R).
Cambios: 44m Lokvenc por Koller (R); 45m Johnson por Cherundolo (E); 45m O Brien por Mastroeni (E); 76m Wolff por McBride (E); 81m Polak por Poborsky (R); 87m Stajner por Grigera (R).