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Ronaldo vs. Kahn
El máximo goleador y el mejor arquero del Mundial se medirán en la final. Y el resultado del enfrentamiento particular tendrá directa incidencia en la decisión del campeonato entre Brasil y Alemania.
Si la final del Mundial, que disputarán pasado mañana Brasil y Alemania, es la madre de todas las finales, dados los pergaminos de los contendientes, el partido tendrá un condimento especial: el duelo que mantendrán las figuras de ambas selecciones, uno que puede consagrarse como el goleador de la Copa del Mundo, otro que podría ser considerado como el mejor jugador del campeonato. De sus actuaciones no sólo depende la gloria personal sino, probablemente, el resultado. Un mal desempeño de uno u otro puede inclinar de manera dramática la balanza, dándole el pentacampeonato a los brasileños o el tetra a los alemanes.
Ronaldo Nazario de Lima (25 años) y Oliver Kahn (33 años), el artillero de Brasil y el guardavalla de Alemania concentrarán sobre sí, seguramente, la mayor cantidad de miradas en el estadio de Yokohama. De ellos dos, casi sin dudarlo, dependerá la inclinación final de este Mundial.
Ronaldo lleva convertidos seis tantos, uno más que otros dos competidores por el trofeo de goleador que estarán en la final: su compañero Rivaldo y el alemán Miroslav Klose, ambos con cinco. El delantero brasileño le convirtió dos goles a Turquía (uno en cada partido), uno a China, dos a Costa Rica, y el restante a Bélgica.
Además, puede cortar con una maldición reciente. Desde el Mundial de 1974, en el que el polaco Grzegorz Lato convirtió siete tantos, ningún otro goleador de los Mundiales –Kempes, Rossi, Lineker, Schillaci, Salenko, Stoichkov, Suker– pudo superar los seis goles.
Ronaldo se juega, además un partido aparte: ésta es una auténtica revancha por lo que le sucedió cuatro años antes, en París, cuando horas antes de la final contra Francia sufrió una convulsión. Para él, el partido de mañana posee, entonces, un doble significado.
Pero para arañar la gloria tendría que perforar el muro que levantó Kahn en el arco de Alemania, que sólo recibió un gol en los seis partidos que ya jugó en el Mundial, cuando Irlanda le empató sorpresivamente en el último minuto. “Tengo esa sensación de que vamos a ganar la final. Sé que en realidad estamos al 50 por ciento, pero no puedo explicar por qué siento eso”, dijo el arquero.
Para Kahn también esta final tiene un doble significado: es el capitán del equipo y se ve en la obligación moral de mantener muy alto el espíritu del equipo. “Cada uno de los jugadores alemanes –ha dicho– debe jugar el partido de su vida.” El arquero sueña con Ronaldo (ni con Rivaldo o Ronaldinho) y asegura que a lo largo de su carrera se ha enfrentado contra los mejores delanteros del mundo. “Es él quien tiene que demostrar que es capaz de hacerme un gol”, aseguró.
“Ronaldo demostrará en la final que es el mejor goleador de este Mundial”, opinó ayer Carlos Alberto Parreira, campeón mundial con Brasil en Estados Unidos 1994. “Oliver Kahn ha jugado maravillosamente en el Mundial, es el mejor arquero del torneo. Estoy seguro de que sabrá cómo frenar a Ronaldo en la final”, le replicó Franz Beckenbauer, campeón mundial con Alemania en Italia 1990.
Señores: El duelo está servido.