“La principal preocupación afecta mi seguridad. Tengo que reflexionar sobre todo esto con mi familia, porque hay problemas en materia de seguridad y ésa es mi mayor preocupación. La situación se está poniendo cada vez peor para los equipos visitantes y sólo hace falta un loco para que la cosa se descontrole”, enfatizó el tenista australiano Lleyton Hewitt, al ser consultado sobre si estaría presente en las semifinales de Copa Davis que se disputarán en Buenos Aires, entre el 24 y 26 de septiembre.

Las palabras del tenista fueron contundentes y retumbaron fuerte en la sede de la Federación de Tenis de Australia, que ya adelantó que aumentará las medidas de seguridad de su equipo, después de que Hewitt amenazara con no acudir, justificando su decisión al remarcar que teme por su integridad.

La preocupación del ex número uno del tenis mundial se origina en que no es muy querido en el país, a raíz de los varios encontronazos que tuvo con tenistas argentinos. Sus problemas con los integrantes de la Legión comenzaron en el Abierto de Australia de 2005, cuando Juan Ignacio Chela, exasperado por los comentarios del australiano durante el juego, lo escupió en un cambio de lado, siendo sancionado por conducta antideportiva. Meses después, en un encuentro de Copa Davis, Hewitt y Guillermo Coria se insultaron y acusaron mutuamente de mal comportamiento en un tenso partido, en el que ambos exhibieron actitudes antideportivas.

Por su parte, el vocero de la federación australiana, John Lindsay, remarcó que la entidad garantizará la seguridad de sus jugadores. “Hemos estado allí estudiando la situación en materia de seguridad y nos aseguramos de que todo sea satisfactorio”, dijo Lindsay.