El seleccionado argentino de básquetbol masculino continúa ilusionando a todos y en la madrugada de ayer alcanzó su cuarto triunfo consecutivo en el Mundial de Japón, en el grupo A de la fase inaugural. El rival vencido fue Nigeria y el resultado fue tan amplio como los otros dos anteriores: 98-64. Pero lo realmente importante es que el equipo se muestra “maduro y listo”, como dijo Emanuel Ginóbili, para tratar de llegar a lo más alto del podio. El equipo completaba la primera ronda esta madrugada cuando enfrentaba a Serbia y Montenegro.

El primer objetivo se alcanzó y se ganó la zona, con lo que el primer cruce de cuartos de final se producirá el próximo sábado ante el conjunto que figure en la cuarta posición del grupo B. Luego de la ajustada victoria que consiguió sobre el seleccionado local, existe la chance concreta de que Nueva Zelanda (cuarto en Indianápolis 2002) sea el nuevo adversario.

Pero lo que entusiasma es el rendimiento que está exhibiendo el equipo dirigido por Sergio Hernández, que prácticamente no muestra fisuras en su funcionamiento. En niveles altos están actuando Andrés Nocioni, Emanuel Ginóbili, Walter Herrmann, Rubén Wolkowyski, Juan Ignacio Sánchez y Luis Scola, entre otros. Y lo destacado es el funcionamiento colectivo, el espíritu de lucha y la ausencia de egoísmos que posibilita que este equipo esté a las puertas de lograr algo importante, como ya lo hizo en Indianápolis 2002 (subcampeón del mundo) o en Atenas 2004 (campeón olímpico).

No vale la pena comentar demasiado el nivel exhibido ante Nigeria, en donde descolló el santafesino Nocioni, autor de 23 tantos, y sin fallar lanzamientos dobles y triples en los 18 minutos que estuvo en cancha. Tampoco hubo partido en los anteriores compromisos ante el Líbano (107-72) o ante Venezuela (96-54), y solamente superó ciertas dificultades frente a Francia (80-70), en donde la jerarquía individual fue demasiado para superar a un adversario que no contó con su base Tony Parker, la figura estelar de ese plantel.

No sólo hay aciertos en los jugadores sino que también en el entrenador Hernández, quien sabe darles los “minutos necesarios” a los ocasionales suplentes como Herrmann, Carlos Delfino, Wolkowyski o Daniel Farabello.

En los tableros hay garantía con Luis Scola y Fabricio Oberto, los dos titulares. Pero también lo hay con el chaqueño Wolkowyski o con Gabriel Fernández, habituados al “trabajo sucio”. Solamente se espera más de Leonardo Gutiérrez, debido a que el jugador de Boca es el único que parece desentonar por la falta de confianza que está exhibiendo en los partidos de primera ronda.

Siempre hay cosas por mejorar y la defensa parece ser el punto en el que hay que corregir aspectos. Pero también dependerá del rival que se cruce enfrente, de la defensa que le oponga, y de si habrá marcación zonal o combinada. Pero se va por el buen camino y a partir del sábado comenzará otra nueva historia.