La obsesión de Boca y de su técnico, Oscar Tabárez, sigue siendo un goleador. Por más que el jueves se concretaron los pases de Ezequiel González y Matías Donnet, para el entrenador la prioridad sigue siendo la llegada de un centrodelantero. Por eso, en la conferencia de prensa que brindó ayer insistió nuevamente con esa posibilidad. “Yo ya me quedaría conforme si se concreta lo del centrodelantero”, afirmó Tabárez.
Por más que en todo momento trató de evitar críticas hacia los dirigentes, el técnico expresó su molestia por la indefinición respecto a la incorporación del delantero pedido. “Hay que tener un poco de paciencia. Obviamente, me gustaría tener todos los posibles integrantes del plantel para ir buscando el equipo desde ahora, pero la realidad es lo que es y no lo que uno quisiera”, indicó Tabárez. El técnico contó que habló con el presidente Mauricio Macri y le dio los nombres que necesitaba para reforzar el equipo. “Allí quedó todo establecido. Y estoy muy conforme con las cosas cómo se están haciendo, porque siempre opiné que manejar la información discretamente es bueno, para que las cosas se vayan dando como uno quiere”, señaló el entrenador.
Más allá de sus ganas por contar con el goleador que necesita, Tabárez desligó las responsabilidades que pueda tener la dirigencia. “A veces, no es fácil para ningún equipo, aunque se llame Boca, andar haciendo las cosas rápido, porque se está compitiendo en inferioridad de condiciones desde el punto de vista económico”, analizó el uruguayo, que además remarcó que las autoridades boquenses están haciendo “todo lo posible” por conformar un equipo competitivo. Como en los últimos contactos con la prensa antes de la pretemporada, Tabárez admitió que “la prioridad sigue siendo traer un centrodelantero”, aunque se excusó de proporcionar los nombres de los jugadores que le interesan.
Pese a que en estos días se mencionó a Roberto Sosa (Udinese, Italia), el chileno Iván Zamorano (América, México), el paraguayo José Saturnino Cardozo (Toluca, México) y Ernesto Farías (Estudiantes) como posibles refuerzos, y hasta algunos se ilusionaron con un hipotético retorno de Martín Palermo, por ahora los dirigentes de Boca no consiguieron cerrar ninguna operación. Si bien todavía faltan casi 20 días para el comienzo del Apertura, al cuerpo técnico le molesta todavía no saber con qué delanteros contará para el inicio del torneo. Para colmo, ayer se confirmó que Guillermo Barros Schelotto deberá permanecer inactivo durante tres meses por una lesión (ver aparte).
Desde la partida de Palermo al Villarreal en el verano del 2001, Boca no le encontró la solución a la partida de su goleador. En un primer momento, el técnico de entonces, Carlos Bianchi, apostó por Antonio Barijho, que en ese entonces era el reemplazante natural. Como el ex jugador de Huracán no rindió de acuerdo a lo esperado, la variante que introdujo el entrenador fue prescindir de un atacante de área. Pero por más que Boca alcanzó la Copa Libertadores con ese sistema, el escaso peso ofensivo fue notorio en los siguientes torneos. Por eso, a lo largo de este año y medio pasaron por el centro del ataque de Boca los nombres de Ariel Carreño, Alfredo Moreno, Héctor Bracamonte y Abel Balbo, sin que ninguno consiguiera hacer olvidar al goleador del mechón rubio.