Más de 500 hinchas argentinos ovacionaron a Las Leonas en su último instante como campeonas del mundo. La conmovedora despedida al título ganado en Perth 2002, ensayada por las decenas de compatriotas residentes en Madrid que colmaron el estadio del Club de Campo, llenaron de emoción a las jugadoras, algunas de las cuales se pusieron a llorar.

Las lágrimas de Alejandra Gulla y Mariné Russo tal vez simbolizaron la cercanía del final de un ciclo maravilloso, el mejor en la historia del hockey sobre césped femenino argentino. “Todavía falta mucho, pero de cara a Beijing 2008, en mi cabeza ya empezó a circular la idea de que puede haber profundos cambios en el equipo”, adelantó con mesura Gabriel Minadeo, luego de la derrota de ayer.

Como ya había pasado en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, otra vez Holanda, y de nuevo en las semifinales, fue el verdugo. El 3-1 del final seguramente resultó exagerado, pero premió al mejor. Y Las Leonas ya no son las mejores del mundo. De las 18 jugadoras que salieron campeonas en Perth 2002, a lo sumo dos llegarán al Mundial de 2010, que posiblemente se organice en Buenos Aires.

Vanina Oneto, Karina Masotta, Inés Arrondo, Cecilia Rognoni, María Paz Ferrari, María Inés Parodi y Natalí Doreski, por diferentes motivos, ya estuvieron ausentes en España. Y hace pocos días, nueve de las sobrevivientes de aquella hazaña, Mariela Antoniska, Magdalena Aicega, Mercedes Margalot, Ayelén Stepnik, Claudia Burkart, Mariné Russo, Luciana Aymar, Mariana González Oliva y María Paz Hernández, anunciaron que el de Madrid será su último Mundial.

De cara a 2010, sólo dejaron la duda de su presencia Paola Vukojicic y Soledad García. Incluso la capitana del equipo, Magdalena Aicega, ya anunció que se retirará de la Selección Argentina en febrero de 2007, tras el Champions Trophy que se disputará en Buenos Aires, en el estadio de Quilmes. Muchas jugadoras irán a los próximos Juegos Olímpicos, entre ellas tres de los pesos pesados del equipo, como Aymar, Margalot y Stepnik. Pero es evidente que la generación dorada ya empezó a desmembrarse como un rompecabezas y que ya no habrá mundial para la inmensa mayoría de Las Leonas que le ganaron la final a Holanda en Perth 2002.

Como si fuera una maldición, desde aquella felicidad hace cuatro años, Holanda se convirtió en un rival maldito y la final se transformó en un partido inaccesible. Argentina no volvió a jugar una final y ante las holandesas apenas pudo festejar una vez de los ocho partidos que le siguieron al de 2002. En los Champions Trophy, Las Leonas fueron cuartas en Sydney 2003, terceras en Rosario 2004 y otra vez cuartas en Canberra 2005 y Amsterdam 2006. Además, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Argentina debió conformarse con la medalla de bronce. Y si alguien creía que este Mundial de Madrid cortaría la racha, se equivocó: otra vez Las Leonas jugarán por el tercer lugar.