San Lorenzo se despidió definitivamente de su ilusiones de pelear el Apertura en la noche de Mataderos. Si contaba con alguna chance, el conjunto de Oscar Ruggeri la dilapidó al caer 2-1 con Chicago, que de esta manera se recuperó de la increíble caída ante Independiente la semana pasada. Jonathan Bottinelli puso en ventaja al conjunto de Boedo, pero dos goles de Cristian Pellerano, la gran figura de la cancha, dieron vuelta el marcador.

Chicago salió decidido a imponer el buen juego que viene exhibiendo desde que arrancó el certamen. Con Carranza y Federico Higuaín como abanderados, el conjunto de Motta muy rápido se adueñó del trámite del encuentro. Por el contrario, y a pesar de su necesidad de triunfo, San Lorenzo asumió una actitud muy cautelosa, llamativa teniendo en cuenta sus aspiraciones. Sin embargo, fue el equipo de Ruggeri el que encontró la primera diferencia, cuando la defensa local achicó muy mal buscando dejar a los delanteros rivales en posición adelantada. El centro lo recibió Bottinelli, que con un toque con la rodilla izquierda sometió al indefenso Vega.

Lejos de sentir el impacto, Chicago siguió con la misma tónica de buscar el partido. Y tuvo a la fortuna como aliada, ya que Pellerano terminó armando una pared perfecta con un adversario para quedar cara a cara con Saja. Allí sí, el volante mostró su clase para definir al segundo palo y señalar la merecida igualdad. Y en el arranque del segundo tiempo, otra vez el ex mediocampista de Atlanta apareció en el marcador. Esta vez con un derechazo espectacular que se clavó en el ángulo superior derecho de Saja. A partir de allí, Chicago se retrasó en busca de sostener el resultado, mientras que San Lorenzo dejó expuesta toda su impotencia al tratar de llegar a la igualdad. Y por eso se despidió rápido del Apertura, con otra actuación muy pobre.