Protagonizó un gran primer set ante Roger Federer, pero no pudo mantener el nivel y cayó sin oponer resistencia. Tampoco logró cerrar un partido en el que tuvo al croata Ivan Ljubicic entre las cuerdas. Esta vez la historia fue bien diferente. David Nalbandian (7º) fue pura contundencia y derrotó 6-2 y 7-6 (7-4) al estadounidense Andy Roddick (5º), en una hora y 37 minutos. El cordobés, campeón en la edición del año pasado, desplegó su mejor repertorio y avanzó a las semifinales del Masters de Shanghai, donde chocará ante el estadounidense James Blake (8º). Federer (1º), por su parte, venció a Ljubicic y terminó primero en el Grupo Rojo.

La previa del partido fue totalmente atípica para el cordobés. Unas horas antes del encuentro, Nalbandian había recibido una trágica noticia: su sobrino de 9 años había fallecido debido a un accidente. Pero, pese al dolor de la pérdida, el mejor jugador argentino no bajó los brazos ni la concentración y coronó un notable rendimiento. Rápido en los desplazamientos y contundente desde la línea de fondo, Nalbandian manejó el trámite del partido apoyado en la velocidad de sus golpes. Quebró en el primero y quinto juego, sacó provecho de su servicio y cerró el primer parcial 6-2.

Diferente fue la situación del segundo set. Roddick levantó su nivel y comenzó a lastimar con su mejor arma: el saque. El cordobés apenas podía contrarrestar el servicio del estadounidense, quien terminó con 19 aces. En el séptimo juego, Nalbandian afinó la devolución, quebró el saque y conservó el suyo. Pero, al igual que en el partido ante Ljubicic, el argentino cometió dos doble faltas cuando servía 5-4 y estiró el partido a un tie-break. En el desempate, el cordobés volvió a recuperar la precisión de sus golpes y se impuso 7-4 para avanzar a las semifinales.

“Tenía que ganar en dos sets para tener oportunidad de clasificarme, y por ahí me puse nervioso y cometí dos o tres dobles faltas seguidas”, reconoció Nalbandian, quien además se refirió a la trágica muerte de su sobrino. “Es terrible. Una noticia así es muy difícil, no sólo para el partido, sino para el momento general de lo que estás haciendo”, admitió el cordobés. Nalbandian, muy sereno durante todo el partido, pidió que retiraran un cartel que decía: “David, lucha por el pequeño Lautaro”. “En el partido, desde afuera no se nota, pero desde adentro tenés muchos vaivenes, pensás demasiadas cosas. Había un cartel en un momento que lo hice sacar porque no podía jugar, me costaba muchísimo”, confesó Nalbandian, quien detalló que no pudo “disfrutar el partido de la forma que hubiera deseado”.

El unquillense se enfrentará mañana por un lugar en la final del Masters ante James Blake, con quien no registra antecedentes en el circuito.

Federer, por su parte, derrotó 7-6 (2), 6-4 al croata Ljubicic y se aseguró el primer lugar en el Grupo Rojo. El número uno del mundo, quien venía de vencer a Nalbandian en el debut y a Roddick (levantó tres match points), desplegó su habitual solidez y se perfila como uno de los grandes candidatos a ganar el certamen.