Rodrigo Palacio por duplicado. Casi de la misma posición, con una postura del cuerpo muy similar, el ahora goleador del torneo (junto con Mauro Zárate) anotó dos de los cuatro tantos con los que Boca derrotó 4-1 a Colón y dio un paso clave para asegurarse el tricampeonato. En su centésimo partido en primera división, el delantero bahiense volvió a demostrar su jerarquía, la que le valió su citación al Mundial y motivó que varios grandes clubes de Europa ya se hayan interesado en su cotización, pese a que Boca ya le hizo firmar su contrato hasta 2010.

Apenas había pasado el cuarto de hora del segundo tiempo cuando Palacio sentenció el partido ante los santafesinos con una típica jugada con su sello. Recibió de Dátolo en tres cuartos y encaró a Reynoso, con una aceleración llamativa. Tras dejar en el camino al defensor, miró a Tombolini y sacó un derechazo cruzado al rincón en el que el arquero no podía llegar. Por la forma en que dejó en el camino al zaguero, la jugada se pareció a la que había hecho en el Monumental ante River, cuando se sacó de encima a Nasuti y convirtió el transitorio empate. La única diferencia fue que en aquella ocasión resolvió con un derechazo alto ante la salida de Carrizo.

Por si habían quedado dudas, cuando el encuentro se acababa, el delantero repitió la dosis. En el mismo lugar que en el tanto anterior, recibió de Franzoia, volvió a acomodar el cuerpo, de nuevo clavó el botín zurdo bien cerquita de la pelota y sacó otro derechazo cruzado para festejar un nuevo tanto. Las dos fotos publicadas son el mejor testimonio del gesto técnico de uno de los goleadores del torneo.

“Es el mejor delantero del fútbol argentino”, lo elogió Mauro Zárate, su competidor directo en la pelea por ser el máximo artillero. Claro que el jugador de Vélez tendrá más chances si Palacio cumple con el pacto que hizo con Martín Palermo, de intentar terminar los dos con la misma cantidad de goles. Por ahora, el centroatacante lleva nueve goles y le quedan dos encuentros para igualar a su compañero.

Para Palacio, el de ayer significó su cuarto doblete en el certamen. El primero fue ante San Lorenzo, la tarde del histórico 7-1. También marcó dos en el 3-2 ante Vélez, cuando Boca se recuperó del 0-2 de la primera etapa y dio vuelta el partido. Y el siguiente lo consiguió en La Plata, la tarde del polémico encuentro ante Gimnasia. En total, el ex jugador de Banfield lleva 41 goles en 100 partidos, lo que le da un promedio de 0,41 tantos por juego. Sin embargo, en el último año sus números se elevaron, ya que lleva 19 goles en 32 encuentros, lo que significa una media de 0,59 tantos por compromiso. Nada mal para un jugador que hace tres años era suplente en la B Nacional y que hace cuatro era un desconocido que jugaba en el Torneo Argentino B para Bella Vista de Bahía Blanca.