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› DIECISIETE ARGENTINOS JUGARON EN EL CLUB CATALAN
De Di Stéfano y Maradona hasta Riquelme
Por Ginés Muñoz
Desde Barcelona
Juan Román Riquelme es el tercer futbolista argentino, junto a Roberto Bonano y Javier Saviola, que jugará esta temporada en el Barcelona. Con él, la nómina de argentinos que han vestido la camiseta azulgrana en los 103 años de historia de la entidad ya asciende a diecisiete. Mauricio Pellegrino y Juan Antonio Pizzi, recordado por el gol que culminó la remontada barcelonista (5-4) ante el Atlético de Madrid en unos cuartos de final de la Copa del Rey, son su pasado más reciente.
Dos de los más grandes astros de todos los tiempos, Diego Maradona y Alfredo Di Stéfano, también vistieron la camiseta azulgrana, aunque lo hicieron con distinta suerte. Di Stéfano no llegó a jugar con el Barcelona ningún partido oficial (sólo algún amistoso en Cataluña) y acabó en el Real Madrid después de una disputa entre ambos clubes por los derechos del jugador. Había llegado a España en 1953, después de que el Barcelona le comprase su pase a River. El Madrid, por su parte, llegó a un acuerdo de transferencia con Millonarios de Bogotá, donde jugaba Di Stéfano aquella temporada. El gobierno franquista decidió resolver el conflicto proponiendo que el delantero jugase un año con cada equipo, y el Barcelona renunció a tenerlo a cambio de una compensación económica.
Maradona jugó en el Camp Nou en las temporadas 1982-84. Una hepatitis y una grave lesión de tobillo le impidieron brillar en su época azulgrana, que cerró con una Copa del Rey, una Copa de la Liga y una Supercopa de España antes de ser vendido al Napoli.
Pero mucho antes que Alfredo y Diego, vistió la casaca catalana un wing izquierdo argentino de padres catalanes, Emili Sagi-Barba, considerado uno de los jugadores más brillantes que tuvo el club antes de la guerra.
No todos los argentinos que jugaron en el Barcelona han sido futbolistas de calidad, como Carlos Medrano, ex arquero de River. Otro caso curioso fue el del cordobés Bernardo Patricio Cos, que aterrizó en el Camp Nou de la mano de Juan Carlos “Milonguita” Heredia. Cos llegó como paraguayo cuando realmente era argentino. Su documentación falsa le permitió jugar, con más pena que gloria, durante algunas temporadas. A Heredia, que presuntamente sí tenía todos los papeles en regla, no se le dejó jugar en el Barcelona y tuvo que ser cedido mientras obtenía la doble nacionalidad. Con ella, regresó al Barcelona por la puerta grande: se convirtió en ídolo y conquistó la Recopa de 1979.
Otro argentino, Rafael Zuviría, conquistó las dos primeras Recopas azulgrana y dos Copas del Rey en 1978 y 1981. Marco Aurelio Di Paulo, un discreto volante que jugó durante tres temporadas, pasó a la historia por haber marcado el gol número 1000 en la historia del club. En tanto que, los volantes Juan Garchitorena y Florencio Cafferatti, el delantero Mateo Nicolau y, más recientemente, el también delantero Jorge Luján Gabrich, completan la nómina.
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